1.Hoy leí una declaración interesante del Primer Ministro Camboyano en referencia al próximo vencimiento de una de las cuotas de la deuda externa camboyana con acreedores norteamericanos, lisa y llanamente sugirió que los Estados Unidos deberían exceptuar a Camboya de su deuda externa teniendo en cuenta los 110.000 toneladas de bombas que los americanos lanzaron sobre el oeste de camboya en los anos 60 y 70 tratando de aniquilar células del vietcong y camboyanos comunistas.
2. Rápido de reflejos, el Embajador americano respondió que los países deben ser responsables con los compromisos adquiridos previamente, lamentablemente los periodistas estuvieron bastante lentos y no le hicieron notar al embajador que las leyes de derecho internacional también dicen que no se tiran bombas así porque si, especialmente si sobre el país sobre el cual se esta bombardeando no hay una declaración formal de guerra.
3. Espíritus ancestrales vagan estos días por Camboya en busca de comida: en esto consiste Pchum Ben, la festividad en la que los camboyanos festejan por estos días alimentando las almas de los antepasados que llevaron una mala vida para aliviar su sufrimiento. Durante las próxima dos semanas, los creyentes acuden a las pagodas a las cuatro de la madrugada todos los días para llevar sustento a las ánimas de sus familiares muertos.
"Pchum Ben es un reflejo del sincretismo religioso que se practica en Camboya donde el animismo se mezcla con el brahmanismo, la religión del antiguo imperio de Angkor, y el budismo", explica a Efe Miech Ponn, consejero de la comisión de costumbres del Instituto Budista de Phnom Penh. Aunque el budismo prevé la reencarnación de los muertos, los camboyanos han creado una mitología propia a partir de su rica y variada herencia según la cual los espíritus de aquellos que cometieron malos actos en vida quedan atrapados en el mundo terrenal por el mal karma.
Durante Pchum Ben, Yama, el Rey del Infierno libera las almas para que busquen a sus familiares y reciban comida: si lo consiguen, podrán optar a reencarnarse; en caso contrario, los familiares deberán temer las consecuencias.
El arraigo de esta tradición en la sociedad camboyana es tan fuerte que ni siquiera el khmer Rouge, que abolió las iglesias durante su reinado de terror maoísta, se atrevió a erradicarla del todo. La celebración terminará el 19 de septiembre, el día en que las familias se reúnen en sus aldeas natales. "Es el momento del año en el que se reencuentran familiares que viven muy lejos. Deben estar todos juntos para hacer la ofrenda a los ancestros", explica Miech.
La última jornada es la más importante y requiere que todo el mundo se concentre en las pagodas, donde los monjes se pasan la noche en vigilia cantando.
La última jornada es la más importante y requiere que todo el mundo se concentre en las pagodas, donde los monjes se pasan la noche en vigilia cantando.