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3.4.13

El Facebook de Cortázar

¿Y Julio Cortázar? Ninguno como él para aprovechar al máximo las redes sociales. No solo tendría una cuenta de Facebook o Twitter, sino de cualquier plataforma que apareciese, aunque solo fuera por curiosidad. Incluso, se me ocurre, tendría varias cuentas de Facebook, y aprovecharía la cuentas falsas para crear conversaciones y situaciones absurdas, cómicas o complejas en su cuenta real. ¿Quién escribe esto y contesta lo otro? Intervendría en todas las conversaciones (incluso en el consejo sobre el mejor método para sacar manchas de grasa), pondría centenares de "Me Gusta", colgaría videos de YouTube de jazz, situaciones extrañas, bromas y gatos. Compartiría memes divertidos. Hablaría de todo, incluso de deporte. Sus estatus políticos serían serios pero también escribiría textos divertidos, con el humor del libro de cronopios, o mostrando el lado ridículo de la seriedad como en Último round. Obviamente, lo suyo sería el juego de palabras. Sería adicto al Instagram. Subiría fotos de objetos, carteles, personas, paisajes, animales, todos fotografiados con su iPhone mientras pasea y acompañados por textos breves o titulados con ingenio. Su cuenta de Pinterest sería, simplemente, espléndida, de visita obligatoria, como un museo maravilloso donde cada foto es un hallazgo. Sus enlaces seguirían la misma lógica del asombro ante el absurdo del mundo. "Juegos de la imaginación, dice el señor cuerdo que nunca falta entre los locos" dijo alguna vez Cortázar, arrastrando las erres. Juegos de la imaginación también los míos, sin duda. El Facebook de Cortázar. ¿A quién se le ocurre?


Ivan Thays en Vano oficio, el resto acá.

9.7.12

Ay patria mía.



Acabo de mandar un email a un amigo y antes de apagar la compu ojeo el Radar de ayer donde hay una nota sobre la nueva y magnífica edición en 5 tomos de las cartas de Cortazar ordenadas y clasificadas cuando no, por la gran Aurora. Hay algunas joyitas como la carta a Pizarnik, a la misma Aurora o a su traductor al inglés explicándole el origen de la palabra "cronopio". Hoy, fecha patria si las hay, solamente copio/pego la impresión de uno de los últimos viajes de Cortazar a Buenos Aires.

> Carta a Mario Muchnik, París, 12 de diciembre de 1983

La vuelta de la democracia

Una vez más, los argentinos prefieren dividirse en cualquier campo en vez de hacer frente contra el único enemigo que hay que combatir. Y ahora que les regalan (casi no hay otra palabra) un poco más de libertad, empiezan a sacar pecho y hasta a dedicarles, algunos de ellos, sus nuevos libros a Walsh, a Paco Urondo o a Haroldo Conti, por quienes no hicieron un carajo cuando había que hacerlo. (Conste que no le pido heroísmo a nadie, empezando por mí mismo, pero hay límites para ciertas indecencias...) Me bastó una semana en Baires para comprobar lo que ya sabía, o sea que en estos diez años prácticamente nadie leyó los numerosos textos que fui escribiendo en contra de la Junta, a propósito del exilio, etc. EFE los distribuía (por ejemplo a Clarín) pero allá solamente publicaban mis textos literarios... Aquello sigue siendo un país lleno de chantas, que acusan a los demás de todo lo que pasó pero se excluyen cuidadosamente, porque ellos son buenos y valientes y democráticos...

JC

22.1.12

Isola del Giglio


Inside the Wreck of the Costa Concordia


[...] la isla lo invadía y lo gozaba con una tal intimidad que no era capaz de pensar o de elegir. La piel le quemaba de sol y de viento cuando se desnudó para tirarse al mar desde una roca; Supo sin la menor duda que no se iría de la isla, que de alguna manera iba a quedarse para siempre en la isla.

Requiescant in pace.


A las víctimas del Costa Concordia y sus familiares.

Las cita proviene del cuento de Julio Cortázar “La isla a mediodía

21.12.11

Las otras puertas

“Es cierto, cuando lo conocí a Cortázar le pedí cuentos para la revista y él me pidió relatos a mí. En el viaje en el que le mandé ‘Historia para un tal Gaido’ para allá, ‘Continuidad de los parques’ venía para acá, era como si el mismo cuento viajara por el mar de un lado a otro. Después lo hablamos en el ’73 cuando nos encontramos físicamente y a él le parecía totalmente natural que ocurrieran esas cosas. La primera vez que vino a casa, yo escuchaba Radio Nacional y, justo cuando él aparece entrando por la puerta, interrumpen el programa de música clásica y aparece el sonido de un saxo. Cortázar escucha, dice qué linda música y me agradece. El saxo era el de Charlie Parker, pero enseguida tuve que explicarle que, lamentablemente, no se trataba de un deliberado homenaje hacia él, sino que la radio sola se había puesto a tocar Charlie Parker. También tomó este hecho con total naturalidad”, explica Abelardo Castillo, quien dicho sea de paso fue el primero en descubrir que “El perseguidor”, efectivamente hablaba del saxofonista.

Abelardo Castillo, festejando los 50 años de la publicacion de "Las otras puertas", aqui

27.3.11

Domingo

Llueve desde hace un par de días en Tucumán.

Para templar aún más mi carácter este domingo por la tarde lluvioso decidí ir a ver el partido de Boca a un bar. En el entretiempo escucho a los parroquianos comentar las ultimas novedades del crimen de un joven de 40 años que tiene en vilo a la sociedad tucumana, estas incluyen la detención de un tal Jorge Luis Borges y su mujer como presuntos autores materiales del hecho.

Este Borges, lejos del otro, no se sometió ni imagino un duelo de compadres a puro facón sino que solo le puso dos tiros, lo envolvió en una lona y trató de prenderlo fuego dentro del auto pero olvido dejar algunas  las ventanas bajas y el fuego se extinguió rápidamente. Tal vez este Borges también combatía como podía la oscuridad y mientras combatía comenzó a comprender. Comprendió que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el que lleva adentro. 

Parafraseando a JC (Cortazar, no Falcioni) en algún lugar de este oscuro mundo deben estar todas las explicaciones de este mundo.
Así las cosas, así los domingos (por la tarde)

10.12.10

Cortázar, las discusiones y el ajo

Cortázar retrado por el propio Martini


Otra genial historia del crónista accidental, Juan Martini, publicada en el blog de Eterna cadencia.

"...Desde que le escribí por primera vez hasta su muerte discutí dos veces con Julio Cortázar. En realidad, no fueron discusiones. En las dos oportunidades, apenas me di cuenta de que lo había ofendido busqué la manera más rápida de cambiar de tema.
Fueron 20 años, desde 1964 hasta 1984. La primera carta, que acompañaba por separado el envío de un ejemplar de la revista literaria que yo hacía en aquel tiempo con Nicolás Rosa, fue osada y candorosa. Uno le escribía a un escritor como Cortázar, que ya era una leyenda, para decirle que su obra le parecía extraordinaria, que influía en lo que uno escribía, y para pedirle que leyese lo que uno escribía. En la revista que le mandé se había publicado, es obvio, un cuento mío. 15 días después me encontré con la respuesta. Yo vivía en Rosario con dos amigos salteños en un departamento de pasillo (actuales PH) en un barrio humilde atrás del cementerio El Salvador. Volvía de trabajar y en el suelo del patiecito había una carta… La levanté sin imaginármelo, ¡y era la primera carta de Julio Cortázar que recibí en mi vida!..."


29.10.10

Conducta en los velorios

 "...No vamos por el anís, ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía. Mi prima segunda, la mayor, se encarga de cerciorarse de la índole del duelo, y si es de verdad, si se llora porque llorar es lo único que les queda a esos hombres y a esas mujeres entre el olor a nardos y a café, entonces nos quedamos en casa y los acompañamos desde lejos. A lo sumo mi madre va un rato y saluda en nombre de la familia; no nos gusta interponer insolentemente nuestra vida ajena a ese dialogo con la sombra. Pero si de la pausada investigación de mi prima surge la sospecha de que en un patio cubierto o en la sala se han armado los trípodes del camelo, entonces la familia se pone sus mejores trajes, espera a que el velorio este a punto, y se va presentando de a poco pero implacablemente..."


"Conducta en los velorios"

30.6.09

La isla de Cortazar

Hoy se cayo otro avion al mar, me recordo este texto leido en el Blog de la redaccion de Letras libres

Dicen que por ser lo más cercano al paraíso que jamás se haya conocido en esta tierra, Tomás Moro –que nunca la visitó– se dejó inspirar por las historias que contaban quienes volvían de aquella isla para escribir su Utopía.

La primera vez que vio la isla, Marini estaba cortésmente inclinado sobre los asientos de la izquierda, ajustando la mesa de plástico antes de instalar la bandeja del almuerzo. La pasajera lo había mirado varias veces mientras él iba y venía con revistas o vasos de whisky; [...] en el óvalo azul de la ventanilla entró el litoral de la isla, la franja dorada de la playa, las colinas que subían hacia la meseta desolada. [...] Marini vio que las playas desiertas corrían hacia el norte y el oeste, lo demás era la montaña entrando a pique en el mar. Una isla rocosa y desierta, aunque la mancha plomiza cerca de la playa del norte podía ser una casa, quizá un grupo de casas primitivas. Empezó a abrir la lata de jugo, y al enderezarse la isla se borró de la ventanilla; no quedó más que el mar, un verde horizonte interminable. Miró su reloj pulsera sin saber por qué; era exactamente mediodía.

Hace unos 80 años, un puñado de ingenieros y técnicos franceses se estableció en esa isla para controlar los vuelos intercontinentales de una aerolínea nacional.

[...] En los viajes de vuelta el avión sobrevolaba Xiros a las ocho de la mañana, el sol daba contra las ventanillas de babor y dejaba apenas entrever la tortuga dorada; Marini prefería esperar los mediodías del vuelo de ida, sabiendo que entonces podía quedarse un largo minuto contra la ventanilla mientras Lucía (y después Felisa) se ocupaba un poco irónicamente del trabajo. Una vez sacó una foto de Xiros pero le salió borrosa; ya sabía algunas cosas de la isla, había subrayado las raras menciones en un par de libros.

En una playa modesta sin gente y sin nombre se construyeron unas casitas blancas, desde donde veían pasar su avión con toda puntualidad.

[...] la isla lo invadía y lo gozaba con una tal intimidad que no era capaz de pensar o de elegir. La piel le quemaba de sol y de viento cuando se desnudó para tirarse al mar desde una roca; Supo sin la menor duda que no se iría de la isla, que de alguna manera iba a quedarse para siempre en la isla.

Pronto, los isleños comenzaron a llamarla “Playa (o “Punta”) de Air France”.

Se dejó caer de espaldas entre las piedras calientes, resistió sus aristas y sus lomos encendidos, y miró verticalmente el cielo; lejanamente le llegó el zumbido de un motor. Cerrando los ojos se dijo que no miraría el avión, que no se dejaría contaminar por lo peor de sí mismo, que una vez más iba a pasar sobre la isla. Pero en la penumbra de los párpados imaginó a Felisa con las bandejas, en ese mismo instante distribuyendo las bandejas, y su reemplazante, tal vez Giorgio o alguno nuevo de otra línea, alguien que también estaría sonriendo mientras alcanzaba las botellas de vino o el café.

Con el paso de las décadas, la aerolínea prescindió de sus técnicos pues depositaba ciegamente su confianza en esa utopía llamada “tecnología”.
Incapaz de luchar contra tanto pasado abrió los ojos y se enderezó, y en el mismo momento vio el ala derecha del avión, casi sobre su cabeza, inclinándose inexplicablemente, el cambio de sonido de las turbinas, la caída casi vertical sobre el mar. Bajó a toda carrera por la colina, golpeándose en las rocas y desgarrándose un brazo entre las espinas. La isla le ocultaba el lugar de la caída, pero torció antes de llegar a la playa y por un atajo previsible franqueó la primera estribación de la colina y salió a la playa más pequeña. La cola del avión se hundía a unos cien metros, en un silencio total.

De vuelta a casa, habrán visto por última vez desde el óvalo nostálgico de la ventanilla su paraíso perdido: Fernando de Noronha.

Remolcándolo poco a poco lo trajo hasta la orilla, tomó en brazos el cuerpo vestido de blanco, y tendiéndolo en la arena miró la cara llena de espuma donde la muerte estaba ya instalada [...] «Ciérrale los ojos», pidió llorando una de las mujeres.


Requiescant in pace.


A las víctimas del vuelo 447 y sus familiares.

Todas las citas provienen del cuento de Julio Cortázar “La isla a mediodía”.


- Enrique G de la G

19.2.09

Los libros de Cortázar


Para Julio Cortázar,
 que abrió un boquete respiratorio en la literatura, tan anciana la pobre...
Onetti
Con cariño no literario
Onetti
Dedicatoria de Juan Carlos Onetti en "Dejemos hablar al viento"

Hay ocasiones en que la vida es muy buena y el trabajo te permite viajar y ver algo del mundo, aunque sea solo pedazos y por poco tiempo e incluso compartir el viaje con los dos o tres amigos que declararán a nuestro favor el día del juicio, hablando en nuestro nombre.
 Entre un viaje y otro, al volver a casa, uno siempre intenta plasmar o extender hacia los demás o en el papel cosas que nos pasaron o que vivimos. La semana pasada en Madrid leyendo en el diario algunas de las notas acerca de los veinticinco años de la muerte de Cortázar me enteré que la biblioteca personal del escritor se encuentra en la Fundación Juan March. 

Ya en la fundación mientras la bibliotecaria me conducía hacia el lugar indicado me contaba que fue Aurora Bernárdez quien en 1993 donó los más de cuatro mil volúmenes que conservaba en su casa de rue Martel, en París al fallecer en febrero de 1984.  En esos momentos mientras tenía frente a mí la biblioteca entera de Cortázar para mí, para mí solo recordé por un momento el maravilloso relato de Fabián Casas en el que cuenta o mejor sintetiza todo los que nos pasa o nos pasó con Cortázar, como pegarle se hizo deporte nacional por parte de escritores del montón cuando en realidad todos se mueren de ganas de escribir una novela como Rayuela y lograr que todos te quieran desde los jóvenes lectores hasta los propios intelectuales.

En la biblioteca de Cortázar hay una increíble colección sobre fantasmas, vampiros y alquimia. También hay ediciones baratas de misterio, miles de antologías poéticas y todas las grandes novelas del siglo XX. Los libros de Cortázar hablan de sus amigos y de las increíbles dedicatorias de Ocatvio Paz, Pablo Neruda, José Lezama Lima, Onetti que permiten conocer su relación y seguirla durante los años.

Cuando uno revisa los libros se desvela un Cortázar lector casi obsesivo, minucioso que por medio de anotaciones y apuntes corrige, dialoga o casi confronta al autor. Después de ver los libros de Cortázar, sus notas, comentarios no hacen más que confirmarme que Cortázar me va a gustar todo la vida y cada vez me parece me parece más grande y más genial que nunca.

18.10.07

Respuesta (II) Final de juego

UNO. Como ya todos se habrán dado cuenta las reglas del juego cambiaron, fueron tres semanas divertidas pero la verdad que me cansaron un poco tantos comentarios tontos. Para ser sincero durante meses escribí en este blog y fueron muy poquitos los comentarios que recibí, alguna de mi madre, hermanos o algún amigo pero de pronto en las ultimas semanas un aluvión de opinologos se volcaron a comentar post, agredir a otros comentaristas, agredirme a mí, otros salieron a defenderme, a hacer nacionalismos baratos, a preguntarse los objetivos del blog, en fin, muchísimas cosas pasaron en esta bitácora durante las ultimas semanas, reconozco que a veces que no entendía donde estaba parado, si en la ficción o en la realidad, es como cuando en Macondo lo extraordinario era ir en busca del hielo y lo natural era volar, lo extraordinario se convierte en natural y lo natural en extraordinario en la Argentina de hoy, gente que no tolera diferencias, Distintas opiniones, gente a la que le sobran prejuicios y que caen tan bajo como el baile del caño, la silicona , el plástico y toda esa estupidez que nos rodea (chicos están viendo mucha tele). Concuerdo con el opinologo que dijo que no es más que una simple pagina que a veces no pasa de simples convencionalismos, es cierto, pero lo que intento ser un lugar para la reflexión, para escapar de la mediocridad, un lugar para tratar de entender (aunque sea un poquito) la condición humana termina siendo un fiel reflejo de la sociedad en que vivimos, una sociedad en la que no nos respetamos, que no nos importa un carajo el otro ni tratar de entender al que piensa diferente.

DOS. Hubo varios sagaces opinologos que se dieron cuenta que soy soberbio, lo que ustedes algunos de ustedes llaman soberbia a mí me parece que es producto de una gran confianza en mi mismo, mucha seguridad en mis opiniones y el plus que me da ser medico y argentino (que quieren que haga, es más fuerte que yo). Si picarones, ustedes que me escribieron mandándome a la mierda, diciéndome que daba asco y que no me iban a leer, pero sin embargo estoy seguro que chequean esta pagina todos los días o hasta me atrevo a más, seguro tienen agendado el blog en los favoritos de su barra de Google, a todos ustedes les digo que los comentarios de algunos no están a la altura de las circunstancias por lo que he decidido, dado que soy soberbio (además yo le agrego que también soy caprichoso y generalmente hago siempre lo que quiero) y sumado al hecho que no sabemos desenvolvernos en un marco libertad y de respeto al prójimo, transformarme en el editor de este blog, es decir la persona que quiera hacer comentarios deberá identificarse, dejar el comentario, yo lo leeré, sacare mis propias conclusiones y lo publicaré o no, eso si, cualquier comentario no relacionado con el post, insulto para otros comentaristas o para el que escribe será directamente eliminado.

Si usted es de las personas que ahora esta puteando, no pierda más tiempo, escriba ya a lucasmolfino@yahoo.com.ar, mándeme al carajo y si siga su rumbo, es más probable que usted este para ver Showmacht más que para leer este blog!!!!

¡¡Cuidado!! Los comentarios estúpidos se autodestruirán ahora mismo.

"La Ilustración demostró que un relámpago no es arma de Zeus sino descarga eléctrica. Pero no fue capaz de crear un tipo de persona que renuncie a humillar, violar y degradar al prójimo" (Hans Peter Duerr).

29.9.07

Cronopio, Cronopio

Los Cronopios son seres pequeñitos que aparecen en los cuentos de Cortázar (Cronopio Mayor) junto con los famas y las esperanzas. En sus relatos, Cortázar evita dar una descripción precisa de los cronopios y se refiere a ellos sólo como "seres verdes y húmedos". Los relatos proporcionan claves acerca de la personalidad, los hábitos y las inclinaciones artísticas de los cronopios. En general, los cronopios son criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales, en claro contraste con los famas, que son rígidos, organizados y sentenciosos; y las esperanzas: simples, indolentes, ignorantes y aburridas.
Algunas anécdotas de cronopios para que todos tengan un ejemplo...
Haga como si estuviera en su casa
Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar.
Un fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas.
Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro.
Viajes
Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades. Terminadas estas diligencias, los viajeros se reunen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas". Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios. Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a ver porque ellas no se molestan
Conservación de los recuerdos
Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra". Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.
Los exploradores
Tres cronopios y un fama se asocian espeleológicamente para descubrir las fuentes subterráneas de un manantial. Llegados a la boca de la caverna, un cronopio desciende sostenido por los otros, llevando a la espalda un paquete con sus sandwiches preferidos (de queso). Los dos cronopios-cabrestante lo dejan bajar poco a poco, y el fama escribe en un gran cuaderno los detalles de la expedición. Pronto llega un primer mensaje del cronopio: furioso porque se han equivocado y le han puesto sandwiches de jamón. Agita la cuerda y exige que lo suban. Los cronopios-cabrestante se consultan afligidos, y el fama se yergue en toda su terrible estatura y dice: NO, con tal violencia que los cronopios sueltan la soga y acuden a calmarlo. Están en eso cuando llega otro mensaje, porque el cronopio ha caído justamente sobre las fuentes del manantial, y desde ahí comunica que todo va mal, entre injurias y lágrimas informa que los sandwiches son todos de jamón, que por más que mira y mira, entre los sandwiches de jamón no hay ni uno solo de queso.
Cronopios, famas o esperanzas este fin de semana estaré sin conexión con la red.
Nos vemos el Lunes...