UNO.
El asunto es que hoy Emilio, E. y su panza de 32 semanas se fueron a Buenos Aires y desde que volví del trabajo a las 6 de la tarde no pude hacer absolutamente nada porque todavía no me creo que se hayan ido.
DOS.
Otro de los asuntos es que desde hace unos días estoy leyendo "El limonero real" de Saer, una narración casi perfecta, un intento de extraer la belleza que tienen cada uno de los movimientos, de los actos cotidianos de Wenceslao, su mujer, su hijo muerto, de la vida cotidiana de las islas del Paraná un 31 de diciembre.
TRES.
Seguramente la lectura avanzará por un carril paralelo a ciertos cuestionamientos existenciales que me surgiran; cuestionamientos referidos -ni más ni menos- a como
vivimos y tal vez a como moriremos y en esos momentos el libro seguramente pasará a ser
un denso fragmento de la realidad mientras el tiempo pasa para volver a verlos cuanto antes.