"Discurso del no método, método del no discurso, y así vamos.
Lo mejor: no empezar, arrimarse por donde se puede. Ninguna cronología, baraja tan mezclada que no vale la pena. Cuando haya fechas al pie, las pondré. O no. Lugares, nombres. O no. De todas maneras vos también decidirás lo que te de la gana..."
(salvo el crepúsculo,Julio Cortázar)
Pero detengámonos un minuto para pensar en el increíble hecho de que
los refugios fiscales como Chipre, las islas Caimán y muchos más sigan
funcionando más o menos igual que antes de la crisis financiera mundial.
Todo el mundo ha visto el daño que los banqueros fuera de control
pueden infligir, pero así y todo, gran parte del negocio financiero
mundial sigue canalizándose a través de jurisdicciones que permiten a
los banqueros esquivar hasta las normativas más suaves que hemos
establecido. Todo el mundo se lamenta por los déficits presupuestarios,
pero a pesar de ello, las sociedades anónimas y los ricos siguen
utilizando libremente los paraísos fiscales para evitar pagar impuestos
como la gente de a pie.
Así que no lloren por Chipre; lloren por todos nosotros, que vivimos
en un mundo cuyos líderes parecen decididos a no aprender de los
desastres.
Por mas libros que lea, discos que escuche o ideas que profese nunca voy a ser de los 70`. Que se debería haber hecho, como se debería haber hecho o si hicieron o no lo suficiente es algo complejo de juzgar.
Carlos Gamerro nos cuenta el día que descubrió lo que pasaba.
"..Ahora viene la parte más difícil. Yo no sabía lo que estaba
pasando. No sé cómo había hecho hasta ese momento para no saber, pero no
sabía. En mi casa no se hablaba del tema. En la escuela no se hablaba
del tema. En la calle no se hablaba del tema. En la prensa no se hablaba
del tema, salvo en el Buenos Aires Herald, que no leíamos en casa, pero
que muchos leerían en la escuela (sobre todo nuestros profesores de la
sección inglés, en su mayoría extranjeros, que debían recibir
instrucciones precisas, porque nunca ninguno habló del tema). De eso
trata esta breve crónica. Del día en que supe..."
Hoy se conmemoran varias cosas, entre ellas el día mundial de la tuberculosis,
Médicos Sin Fronteras (MSF) difunde el manifiesto de los pacientes y
profesionales de la salud que trabajan con esta enfermedad.
"NOSOTROS, las personas infectadas con la Tuberculosis resistente a los
medicamentos (DR-TB por sus siglas en inglés en inglés), vivimos en
todas partes del mundo.
La mayoría de nosotros contrajimos la DR-TB debido a las precarias
condiciones en las que vivimos. Sin diagnosticar, esta enfermedad se
propaga entre nosotros con gran rapidez. Si no se trata, nos mata. Pero
en los países donde vivimos, raras veces disponemos de diagnósticos
precisos y rápidos, y sólo uno de cada cinco de nosotros recibe
tratamiento efectivo contra la DR-TB.
Quienes tenemos la ‘suerte’ de recibir tratamiento tenemos que vivir una
odisea de dos años con 20 píldoras diarias y una dolorosa inyección
cada día durante ocho meses, que apenas nos permite permanecer sentados o
tendidos. A la mayoría de nosotros, el tratamiento nos hace sentir peor
que la propia enfermedad, pues nos provoca náuseas, dolores corporales,
y sarpullidos. Los medicamentos provocan en muchos de nosotros sordera
permanente y algunos desarrollamos psicosis.
Para la mayoría de nosotros, la vida, tal como la conocíamos, ha
cambiado radicalmente. No podemos trabajar ni ocuparnos de nuestros
seres queridos ni de ir a la escuela. A menudo, se nos estigmatiza y
excluye.
Sobrevivir al tratamiento es todo un reto en sí mismo, un reto que
muchas personas no consiguen sobrellevar. Pero no nos queda otra
elección si queremos vivir. Así que tenemos que ser valientes y fuertes y
tener la esperanza de que vamos a curarnos. Necesitamos todo el apoyo
posible de nuestro personal sanitario, nuestra familia y nuestros amigos
para poder completar nuestro tratamiento.
Y aún así, sólo la mitad de nosotros consigue ser tratado con éxito con
los actuales regímenes de tratamiento. Por cada persona con TB
resistente a los medicamentos que firma este manifiesto, hay otra
persona que ya no puede hacerlo. Lo que pedimos aquí por tanto es
también en honor a su memoria.
NOSOTROS, el personal sanitario que dispensa atención médica a personas
con DR-TB, consideramos inaceptable que las únicas opciones de
tratamiento que podemos ofrecer a las personas afectadas causen tanto
sufrimiento, especialmente cuando las probabilidades de curación son tan
escasas. No nos queda otra elección más que hacer malabarismos
combinando medicamentos en su mayoría inefectivos y tóxicos, mientras
hacemos todo lo que está en nuestras manos para manejar unos efectos
secundarios debilitantes y ofrecer todo el apoyo y asesoramiento posible
con recursos limitados.
Mientras la epidemia no deja de propagarse, cada vez resulta más difícil
hacer frente a la DR-TB. El tratamiento es demasiado largo, tóxico y
costoso (sólo los medicamentos para tratar a una persona cuestan por lo
menos 4.000 dólares americanos). Queremos salvar muchas vidas, pero para
ello necesitamos urgentemente un tratamiento más corto, seguro y
efectivo.
NOSOTROS, los abajo firmantes afectados con DR-TB y todos aquellos
implicados en su asistencia, queremos dar la voz de alarma sobre las
devastadoras consecuencias que esta enfermedad tiene para todos
nosotros, nuestras familias y nuestras comunidades en todo el planeta y,
por lo tanto, exigimos: 1) Acceso universal a diagnóstico y tratamiento de la DR-TB ya: de
manera que quien lo necesite pueda acceder a un diagnóstico rápido y
preciso, y a un buen tratamiento cerca de sus hogares. 2) Mejores regímenes de tratamiento: la comunidad investigadora en el
campo de la TB, incluidos institutos de investigación y compañías
farmacéuticas, tienen que desarrollar de inmediato regímenes de
tratamiento de la DR-TB efectivos, más tolerables, más cortos y
asequibles. 3) Más apoyo financiero para incrementar el tratamiento de la DR-TB, y
el compromiso de apoyar la investigación de cara al desarrollo de
mejores tratamientos:
Nosotros como pacientes y proveedores de salud nos comprometemos a: Fomentar entre nosotros la necesidad de hacernos la prueba de la TB, y cumplir con la atención y el tratamiento. Proteger a las personas que están cerca de nosotros de la transmisión de la TB. Hacer que nuestros gobiernos asuman su parte de responsabilidad y respondan a la crisis. Compartir nuestras historias para mejorar la sensibilización sobre la TB y reducir el estigma en nuestras comunidades."
El impacto del nombramiento fue muy curioso, ni siquiera en el panel
de 678, sino en los altos mandos kirchneristas. Hasta ese día, y con razón,
Bergoglio tenía peor fama que las impresoras Hewlett Packard. De repente se convirtió en un Papa peronista.
Incluso por sus primeras performances papales, Bergoglio parece un discípulo de
Néstor: pogo con los feligreses, look casual, gambeta corta al protocolo. De "un flaco
como cualquiera" a "un pelado como cualquiera". Por si hacía
falta, uno puede afirmar nuevamente que los kirchneristas están locos, pero no
son boludos. Podemos combatir a De Angeli, a Blumberg, a Cleto Cobos. Figuras
mediáticas que acapararon la libido opositora pero que individualmente no
pudieron capitalizar su auge psico-social en ninguna elección. Diferente es
salirle con los tapones de punta al Papa. Esta actitud, que emocionalmente
puede ser calificada como "veletismo" y políticamente como
inteligencia, marca un pequeño conflicto en el seno de la vanguardia iluminada
del kirchnerismo. Los que, antes de Francisco I, ya eran más papistas que el
Papa. Esos tipos raros que quieren marcar la cancha desde una cuenta de twitter
y, mientras hacen alarde de tener toda la información, le piden aborto a una
presidenta católica.
"...Fue un discurso breve, inspirado en Bolívar y Martí, pero con una
cosecha personal sobre la situación de presión e injusticia de América
latina transcurridos doscientos años de su independencia. Los oficiales,
los suyos y los que no lo eran, lo oyeron impasibles. Entre ellos, los
capitanes Felipe Acosta Carle y Jesús Urdaneta Hernández, simpatizantes
de su movimiento. El comandante de la guarnición, muy disgustado, lo
recibió con un reproche para ser oído por todos: "Chávez, usted parece
un político".
"Entendido", le replicó Chávez.
Felipe Acosta, que medía dos metros y no habían logrado someterlo diez
contendores, se paró de frente al comandante, y le dijo: "Usted está
equivocado, mi comandante. Chávez no es ningún político. Es un capitán
de los de ahora, y cuando ustedes oyen lo que él dijo en su discurso se
mean en los pantalones".