19.3.13

Francisco I x il corvino

El impacto del nombramiento fue muy curioso, ni siquiera en el panel de 678, sino en los altos mandos kirchneristas. Hasta ese día, y con razón, Bergoglio tenía peor fama que las impresoras Hewlett Packard. De repente se convirtió en un Papa peronista. Incluso por sus primeras performances papales, Bergoglio parece un discípulo de Néstor: pogo con los feligreses, look casual, gambeta corta al protocolo. De "un flaco como cualquiera" a "un pelado como cualquiera". Por si hacía falta, uno puede afirmar nuevamente que los kirchneristas están locos, pero no son boludos. Podemos combatir a De Angeli, a Blumberg, a Cleto Cobos. Figuras mediáticas que acapararon la libido opositora pero que individualmente no pudieron capitalizar su auge psico-social en ninguna elección. Diferente es salirle con los tapones de punta al Papa. Esta actitud, que emocionalmente puede ser calificada como "veletismo" y políticamente como inteligencia, marca un pequeño conflicto en el seno de la vanguardia iluminada del kirchnerismo. Los que, antes de Francisco I, ya eran más papistas que el Papa. Esos tipos raros que quieren marcar la cancha desde una cuenta de twitter y, mientras hacen alarde de tener toda la información, le piden aborto a una presidenta católica.

El resto, aca.