Desde hace mucho tiempo creo que los argentinos formamos parte de una sociedad que se caracteriza por defender los intereses del propio bolsillo y de tener televisión por cable. Nuestra escala de felicidad esta determinada por pertenecer a un determinado grupo de elite y por tener determinados bienes materiales y básicamente la gran mayoría de nosotros sigue creyendo que todos los problemas se acaban metiendo en cana a los pibes chorros.
La estupidez, la traición, los remedios truchos, el desamor, Tinelli, Ricardo Fort solo nos confirman una vez mas que el mundo es una mierda, que la vida es horrible y no hay posibilidades de buen final ¿Cabe alguna duda?
La pasada cumbre de la “ seguridad alimentaria” de la FAO en Roma nos confirmo que hay mil millones de personas que se salvan de ver y escuchar a fenómenos de la “inteligenzia” argentina tales como Mirtha y Susana hablando de la inseguridad pero que viven con hambre y donde el Secretario General de la ONU declara sin ponerse colorado que diez chicos mueren por minuto por hambre. El hambre no vende y la cumbre paso desapercibida, solo Lula, Lugo, Mugabe, Gadaffi y una sarta de presidentes africanos que nadie conoce discutieron una rato, se sacaron fotos y dijeron que la idea es bajar a la mitad la cantidad de hambrientos para el 2015 pero no se les cayo una idea de cómo hacerlo.
Lo que viene ahora es discutir el cambio climatico en Dinamarca, que es donde van a ir los duenos del mundo con su retorica y algunos millones de dolares para calmar los animos pero donde todos saben que desde el vamos todos se van a mostrar preocupados pero nadie va a acordar nada.
Pero a pesar de tanta mierda todavía hay algunos a los que les va mucho peor, como por ejemplo a los enfermos de HIV/SIDA, a los que hoy se los recuerda a través del “World AIDS day”. Desde los anos 80 que el HIV/SIDA viene matando mas de 25 millones de personas y solamente en el ano 2008 murieron mas de 2 millones de personas dentro de las que se incluyen 270.000 chicos menores de 5 anos lo cual la convierte en una de las epidemias mas violentas y agresivas de la historia en la que a pesar de algunos avances todavía queda mucho por hacer como por ejemplo el tratamiento del HIV/SIDA pediatrico.
La inversión en programas de prevención de la transmisión del VIH de madres a hijos es imprescindible y debe ser una prioridad en la lucha contra la sida. Primero, porque permite detectar y tratar a las mujeres embarazadas seropositivas y segundo, para evitar que nazcan más niños con el virus.
El sida infantil es una de las pruebas más duras de la desigualdad entre los países desarrollados y los países con recursos limitados. En Occidente prácticamente no nacen niños con VIH porque controlando a la madre durante el embarazo, el parto y la lactancia, la probabilidad de transmisión puede reducirse a menos del 1%. Por lo contrario, en África subsahariana la mayoría de madres seropositivas ni siquiera saben que lo son, ni tienen la oportunidad de recibir tratamiento. Hoy en día, en países en desarrollo solo el 18% de las mujeres embarazadas son testadas para VIH y solamente un 34% de las VIH-positivas reciben algún tipo de medicamento para evitar la transmisión del VIH Towards Universal access Scaling up priority HIV/AIDS interventions in the health sector. World Health Organization. UNAIDS 2008. UNICEF.
Sin ningún tipo de intervención, alrededor del 40% de los hijos de madres seropositivas nacerá con el VIH. Trabajar para reducir este porcentaje, para que no nazcan más niños con VIH, es vital. Sobre todo, porque el 50% de los niños que nacen infectados mueren antes de los dos años si no reciben tratamiento.
En los países desarrollados la transmisión de madre a hijo prácticamente no existe porque se siguen una serie de medidas que permiten evitar el contagio: las madres seropositivas reciben tratamiento antirretroviral, los partos son en hospitales y hay alternativas para que la madre no dé el pecho al recién nacido. En los países en vías de desarrollo, sin embargo, los retos siguen siendo enormes. En primer lugar, por la falta de acceso a los servicios sanitarios; muchas mujeres no van a las consultas prenatales o lo hacen cuando el embarazo está muy avanzado, y la mayoría de los partos suelen tener lugar en casa. En segundo lugar, muchas veces sólo es posible dar al bebé leche materna. Además, las madres tienen que hacer frente al estigma y los programas de prevención son largos, desde el embarazo hasta el destete del bebé, y muchas mujeres no completan todas las fases programa.
La estupidez, la traición, los remedios truchos, el desamor, Tinelli, Ricardo Fort solo nos confirman una vez mas que el mundo es una mierda, que la vida es horrible y no hay posibilidades de buen final ¿Cabe alguna duda?
La pasada cumbre de la “ seguridad alimentaria” de la FAO en Roma nos confirmo que hay mil millones de personas que se salvan de ver y escuchar a fenómenos de la “inteligenzia” argentina tales como Mirtha y Susana hablando de la inseguridad pero que viven con hambre y donde el Secretario General de la ONU declara sin ponerse colorado que diez chicos mueren por minuto por hambre. El hambre no vende y la cumbre paso desapercibida, solo Lula, Lugo, Mugabe, Gadaffi y una sarta de presidentes africanos que nadie conoce discutieron una rato, se sacaron fotos y dijeron que la idea es bajar a la mitad la cantidad de hambrientos para el 2015 pero no se les cayo una idea de cómo hacerlo.
Lo que viene ahora es discutir el cambio climatico en Dinamarca, que es donde van a ir los duenos del mundo con su retorica y algunos millones de dolares para calmar los animos pero donde todos saben que desde el vamos todos se van a mostrar preocupados pero nadie va a acordar nada.
Pero a pesar de tanta mierda todavía hay algunos a los que les va mucho peor, como por ejemplo a los enfermos de HIV/SIDA, a los que hoy se los recuerda a través del “World AIDS day”. Desde los anos 80 que el HIV/SIDA viene matando mas de 25 millones de personas y solamente en el ano 2008 murieron mas de 2 millones de personas dentro de las que se incluyen 270.000 chicos menores de 5 anos lo cual la convierte en una de las epidemias mas violentas y agresivas de la historia en la que a pesar de algunos avances todavía queda mucho por hacer como por ejemplo el tratamiento del HIV/SIDA pediatrico.
La inversión en programas de prevención de la transmisión del VIH de madres a hijos es imprescindible y debe ser una prioridad en la lucha contra la sida. Primero, porque permite detectar y tratar a las mujeres embarazadas seropositivas y segundo, para evitar que nazcan más niños con el virus.
El sida infantil es una de las pruebas más duras de la desigualdad entre los países desarrollados y los países con recursos limitados. En Occidente prácticamente no nacen niños con VIH porque controlando a la madre durante el embarazo, el parto y la lactancia, la probabilidad de transmisión puede reducirse a menos del 1%. Por lo contrario, en África subsahariana la mayoría de madres seropositivas ni siquiera saben que lo son, ni tienen la oportunidad de recibir tratamiento. Hoy en día, en países en desarrollo solo el 18% de las mujeres embarazadas son testadas para VIH y solamente un 34% de las VIH-positivas reciben algún tipo de medicamento para evitar la transmisión del VIH Towards Universal access Scaling up priority HIV/AIDS interventions in the health sector. World Health Organization. UNAIDS 2008. UNICEF.
Sin ningún tipo de intervención, alrededor del 40% de los hijos de madres seropositivas nacerá con el VIH. Trabajar para reducir este porcentaje, para que no nazcan más niños con VIH, es vital. Sobre todo, porque el 50% de los niños que nacen infectados mueren antes de los dos años si no reciben tratamiento.
En los países desarrollados la transmisión de madre a hijo prácticamente no existe porque se siguen una serie de medidas que permiten evitar el contagio: las madres seropositivas reciben tratamiento antirretroviral, los partos son en hospitales y hay alternativas para que la madre no dé el pecho al recién nacido. En los países en vías de desarrollo, sin embargo, los retos siguen siendo enormes. En primer lugar, por la falta de acceso a los servicios sanitarios; muchas mujeres no van a las consultas prenatales o lo hacen cuando el embarazo está muy avanzado, y la mayoría de los partos suelen tener lugar en casa. En segundo lugar, muchas veces sólo es posible dar al bebé leche materna. Además, las madres tienen que hacer frente al estigma y los programas de prevención son largos, desde el embarazo hasta el destete del bebé, y muchas mujeres no completan todas las fases programa.