Tengo un blog que cada vez mas me cuesta actualizar, que seguramente ya casi nadie ya lee. No tengo Twitter y mi cuenta de facebook me da mucha pereza ver quien tiene mas animalitos en su granja o que le dijo la galleta de la suerte a un fulano que ni siquiera se si conozco. Escribir un email me cuesta horrores. Sera que soy feliz?
Esta semana lo vimos por segunda vez, moviéndose, jugando, entonces miras dos veces y te das cuenta que ya nada importa, que todo pasa a otro plano y lo único que te importa es que el medico camboyano te diga por decimoquinta vez en una mezcla de francés, ingles y khmer que todo esta bien en esa pantalla de ecografo barato.
Volvemos a casa en un par de largas semanas.