UNO. Un adolescente que mata su padre, su madrasta y a hermanastro a escopetazos, o el otro adolescente que mato a su padre de un tiro cansado de los malos tratos o las primas asesinadas en Pilar o más reciente el crimen de la odontóloga este clima de muerte y violencia que se respira en la Argentina de hoy sumado a mi reciente viaje por Grecia me hizo recordar cierta crónica, creo que escrita por Umberto Eco. En el relato Eco bromeaba acerca de cierta conversación que escucho no recuerdo si en un bar o en un tren en la que un grupo de personas comentaban una serie de crímenes en Italia hace un tiempo. (Fragmento de dialogo)
- Hay que ver, ¿ha leído usted en qué tiempos vivimos? Seguro que ha leído hoy lo de ése que ha matado a su mujer que estaba embarazada. ¿Y lo de esos que hace algunos meses se cargaron a toda la familia de al lado porque tenían la radio un poco alta? ¿Y lo de la prostituta rumana que le clavó el paraguas en el ojo a una chica por una pelea de nada? ¿Y cuántas madres en los últimos tiempos han matado a sus hijos? ¿Y ése que acabó con su hija para impedirle que se casara con un cristiano? Pero, ¿qué es lo que está pasando?"
Debido a que el morbo nos gusta a todos y hablar de los demás más todavía más gente se suma a la conversación, incluido Eco que acota.
-¿No había leído la historia aquella de Piacenza? Un tal Menini, para congraciarse con uno que debía asegurarle el éxito en su empresa, le entrega a su hija, sabiendo perfectamente que era uno sin escrúpulos y que se la despacharía, y luego se va tranquilamente a su viaje de negocios. Mientras tanto, como el marido está lejos, un prometedor gigoló, un tal Egidi, se pone a consolar a la Sra. Menini, se convierte en su amante, prácticamente se instala en su casa y, cuando el Sr. Menini regresa de su viaje, lo mata, naturalmente con la colaboración de la señora. [...] el hijo de Menini vuelve del extranjero donde está haciendo un Erasmus, mata al tal Egidi y luego, como no le parece bastante, se carga también a su madre. Qué fuerte, qué fuerte, suspira el señor.
Y lo de la Señora Medi de Medicci? El marido la deja plantada, y ella para vengarse, como sabe que está loco por sus hijos, va y los mata. "La verdad es que ya no hay religión, se queda en nada eso de cortarse los testículos para darle un disgusto a la mujer, mire usted que cargarse a la sangre de su sangre para darle rabia al marido", se queja el vecino , "pero, ¿serán madres, semejantes mujeres? Eco dice que es la influencia de la televisión, y de esos programas violentos que hacen los comunistas
Insisto. A lo mejor, el señor no ha leído la historia del tal Croni de Saturnia que le corta los testículos a su padre y luego hace abortar a su mujer y se come los fetos. Dice el señor: "Estaría afiliado a una secta satánica, quizá de joven se dedicaba a tirar piedras a la autopista desde los puentes. Pero claro, vea usted, si es que justo en el periódico que está leyendo no hay más que elogios del aborto y del matrimonio entre travestis.
Hombre, mire la mayor parte de los delitos sexuales se verifica hoy en día dentro del núcleo familiar. Habrá oído lo de ese Lai de Battipaglia, que su hijo lo mató y luego se arrejuntó con la madre hasta que ésta no pudo aguantarlo más y se mató también ella.
Pregunta el otro interlocutor si los criminales son rumanos o inmigrantes de otro país a lo que Eco responde que ha hecho un poco de trampa con los nombres y los lugares. Eran todos griegos, y las historias no las he leído en el periódico sino en el diccionario de mitología. El señor Menini era Agamenón, que sacrifica su hija a los dioses para tener éxito con la expedición de Troya; el joven Egidi que lo mata es Egisto, y la mujer infiel era Clitemnestra, que a su vez es asesinada por su hijo Orestes. La señora Medi era Medea, el señor Croni era Cronos. El señor Lai era Layo, asesinado por Edipo, y la mujer incestuosa era Yocasta. Y son éstos los mitos que fundan nuestra civilización, no sólo las bodas de Cadmo y Harmonía.
Eco reflexiona que el asunto es que, entonces, se escribía de vez en cuando una tragedia o un poema sobre estas historias, mientras que hoy en día los periódicos están atentos a cualquier hecho de crónica y llenan con sangre dos o tres páginas y miles de horas en los noticieros. Se calcula, además, que hoy somos seis mil millones mientras que entonces la población del mundo se limitaba a algunas decenas de millones. Si sacamos las proporciones, antaño se mataban más que hoy. Por lo menos en la vida de cada día, excluyendo las guerras. Y quizá Agamenón era incluso peor que Bush.
DOS. Otra noticia que sacudió los medios esta semana y que se gano el repudio internacional fue el caso de “la chica de Qatif”. Se trata de la joven de 19 años condenada por “adúltera” a 200 latigazos (sic) pese a haber sido víctima de una violación múltiple. Según las crónicas la joven salio de la Universidad con un amigo a buscar unos apuntes y un grupo de hombres intercepto el coche atacando al amigo y violándola a ella en reiteradas ocasiones. Los latigazos los recibirá porque no estaba acompañada por el padre o el marido (vale a clarar que la joven es soltera) Hubo rechazos de organizaciones, personalidades y políticos de todo el mundo. Pero el gobierno de Arabia Saudita no se conmovió. Ayer el Ministerio de Justicia de ese país acusó a los medios extranjeros de falsear la información sobre el tema y anunció que la sentencia será cumplida sin dilaciones concomitantemente en Arabia Suadita se celebro conjuntamente con el resto del mundo el Día internacional de la No violencia Contra la Mujer (sic)
TRES. (Y favorita) En Roma descubrieron una cueva donde probablemente la Loba amamanto a Remo y Romulo; Por estos pagos parece que también se ocuparon del del asunto, especialmente en el Parque Lezama donde se afanaron a Romulo y Remo ( Pobre Loba!!)
La Loba del parque Lezama (sin Romulo ni Remo)