30.9.08

Mundo paludico


Lunes por la noche.
Me desperté atormentado por el calor sin saber muy bien donde me encontraba cuando escuche el mosquito irrumpir en el medio de la noche, imagine el momento en el cual se poso sobre mi piel desnuda, como se encorvaba sigilosamente mientras acomodaba su cabeza y sus patas largas y filamentosas adoptando la postura de los atletas en los tacos de salida para lentamente hundir su estilete de su probóscide en mi piel. Comprendí en ese preciso momento que dos semanas y media después de viajes y residencias lejanas nuevamente me encontraba en Kapiri M'poshi. Estamos en un abismo sin fondo y lo peor es que no es solo una ilusión mía sino una verdad clara y concisa. Un abismo que muestra simultáneamente a G.W. Bush queriendo regular los mercados, combatir el capital especulativo y ejercer el intervencionismo del estado para socorrer a los gigantes económicos de Wall Street junto a los bombazos en Pakistán, las masacres de civiles por los aviones de la OTAN en Afganistán o las hambrunas africanas más crueles. Uno podría, tal vez, volverse un poco loco de no estar tan acostumbrado al hecho de que miles de personas traten de escapar diariamente de la metralla, de las bombas, de las violaciones o del hambre.
Me reacomodo en la cama, estoy tranquilo y miro por la ventana, las estrellas ya se encuentran sobre la sabana africana. Estoy acá pero al mismo tiempo estoy lejos, en el fondo del abismo. ¿Dónde estoy? Otra vez algo se posa sobre mí y lentamente, casi imperceptiblemente, siento que algo atraviesa mi piel. Duele.

21.9.08

Brujas


Domingo. Noche. Afuera hace frío. Hoy fue un día muy bonito entre Brujas y Gent. En el tren de vuelta estaba lleno de viejos y pensé durante todo el trayecto en la fabulosa novela de Bioy Diario de la guerra del cerdo. Les dejo una cita de la novela:

...La gente afirma que muchas explicaciones convencen menos que una sola, pero la verdad es que para casi todo hay más de una razón. Diríase que siempre se encuentran ventajas para prescindir de la verdad...

A. Bioy Casares

16.9.08

Bruxelles


Los paises bajos son increibles y Bruselas es algo triste. Muchas ideas y muchos pensamientos pero lo dejo para cuando vuelva a Kapiri Mposhi, creo que para escribir o entender un lugar se necesita distancia. El curso a muy bien pero la internet es un lujo asiatico, perdonen pero no posteare seguido.

11.9.08

Antes de partir

1. Ayer llegue a Lusaka desde Kapiri M poshi. Ayer la ciudad estaba practicamente paralizada ya que Zambia enfrentaba a Togo por la eliminatoras para el Mundial de Sudafrica. Zambia venció uno por cero con un gol magnifico. Leyendo las crónicas de los diarios argentinos de hoy me parece que prefiero fútbol africano.

2. Anoche cene con M. en el Circolo italiano di Lusaka, tal vez uno de los pocos lugares donde se puede comer decentemente en Lusaka. M. es serbio y es un hombre agradable y muy inteligente, hablamos de los Balcanes, de los Bosnios, de los Croatas, la guerra, como se vive la adolescencia durante los bombardeos. Tomamos vino. Me acosté con dolor de cabeza.

3. Estoy ilusionado con mi viaje, aparentemente tengo unos días libres antes del curso y quisiera conocer los países bajos, especialmente Amsterdan y ver como va eso de la tolerancia, como es cambiar de sexo en la seguridad social y tratar de entender una de las sociedades mas organizadas del planeta. Se puede ser radical y sensible sin caer en los extremos de la seriedad o el ridículo? Evidentemente los holandeses no están encasillados en los tópicos.

4. Son las 9.55 cuando escribo estas lineas y me jefa me llama a su oficina hay que discutir porque ha comenzado un brote de cólera en el sur del país. Tengo ese sentimiento que no es el mejor momento para irse unas semanas.

5. Voy por un café.

9.9.08

En el camino

En los primeros días del mes pasado la organización para la cual trabajo que seguramente me considera un hombre medianamente culto, de ideas políticas erráticas y sin ninguna particularidad singular salvo alguien que aspira a un mundo de grandes horizontes decidió que es momento de comenzar a formarme para ser el responsable de los equipos médicos en futuras misiones por lo que este jueves viajaré a Bruselas para participar de un curso de Project coordinator durante dos semanas en esa ciudad. Un viaje es básicamente un gran salto al vacío y hasta me atrevería a decir un movimiento o algo inútil pues raramente uno cuando viaja persigue un objetivo determinado. Hay gente que solo busca viajar para contar anécdotas, para tener una colección de sellos en el pasaporte o aquellos que solo viajan por el solo hecho de viajar como peregrinos religiosos medievales sin importarles si el destino es Jerusalén, Constantinopla o Roma. Viajar por el hecho mismo de viajar y contar historias, pero como dijo alguna vez Vila Matas, al viajar, al igual que en todo poema o novela, se corre peligro de que todo carezca de sentido, pero un viaje no sería nada sin ese riesgo, y tal vez ese es el mayor atractivo que un viajero encuentra en su viaje. Así los viajes. Así las cosas.

5.9.08

Viernes

El tiempo fresco ya va cediendo al calor, y el sol desde temprano dispara sus rayos y todo es luz y brillo, mucho brillo. Llego temprano al hospital. Todavía hay poca gente en los pasillos y en los patios. Me mandan a llamar desde el patio del hospital, dicen que es urgente. Tengo que ser honesto conmigo mismo y confesarles que por un instante pensé en no ir, porque, a veces uno corre el riesgo de llegar cuando todavía se puede hacer algo para evitar esa muerte y acá generalmente no hay mucho por hacer. Entonces uno quiere salir y escapar pero al salir te encontras con la madre o tal vez el padre en la penumbra de un pasillo y sentís esas miradas que sin decir nada dicen tanto y uno tiene que decir algo como: Era anciano, estaba muy enfermo, no tenía cura, sufría mucho más de lo que imaginamos y además es un buque que llegó a buen puerto dejando hijos y nietos que lo acompañaron hasta el último aliento. Murió en paz. Pero acá la realidad vuelve a ser es distinta y uno a veces tiene que darse vuelta para no gritarle a esa madre o a ese padre que no es normal que entierren a dos o tres de sus hijos, que murió de una enfermedad que tenía cura y que a esta altura nadie se tendría que morir de malaria o tuberculosis. Pero nada de todo esto que pensé paso y el llamado era para certificar una muerte por lo que todos mis pensamientos acerca de si la ética médica es la misma en el Aula Magna de una Facultad de Medicina, en un país africano o en el cielo quedarán para más adelante. Los familiares me miran, siento sus ojos que me empujan hasta el cadáver envuelto en frazadas que esta recostado sobre un colchón envuelto todavía en nylon de fabrica. El muerto, las frazadas y el colchón a su vez descansan sobre unas tablas que conforman una especie de carro tirado por dos vacas. Todo es raro, el aire esta pesado y el muerto huele, seguramente pasaron muchos horas o incluso me atrevo a pensar que uno o dos días. Los familiares me cuentan que vienen de lejos y que necesitan el certificado para que la pequeña morgue municipal les acepte el cuerpo y de esa forma darle un poco más de tiempo al resto de los familiares para llegar al funeral. La muerte será el fin de todo o solo el principio de algo ¿Lo que sigue será tan miserable como esto?. Me trepo al carro y alguien me ayuda a desatar los nudos de la frazada y observo unos ojos negros bien abiertos, que creo que fue por donde se escapó la poca vida que le quedaba, la boca también esta abierta. Hay olor. Pregunto que paso y si era paciente del hospital. Responden que estaba enfermo y que entre una cosa y la otra se dejo pasar el tiempo. Hablan de problemas de dinero. Después de comprobar algunas cosas escribí algo como ¨…pupils fully dilated, no pulse, no heart beat, no breath sounds: certified dead…¨ Les entregue una copia del papel y guarde una para los registros del hospital. Un adolescente con un palo castiga a los animales, los cuales resoplan y reculan pero el carro se pone en marcha. Todavía falta mucho para la morgue y el resto de los familiares saltan al carro. El muerto ya no nos mira , alguien lo volvió a cubrir con las frazadas. El finado tenía treinta y dos años y ahora tambalea en el carro. Creo que todos pensamos en determinado momento en todo el dolor que hay en este mundo, en como nos puede sacudir a todos en un instante. Pero no pensamos muy a menudo, de eso estoy seguro. Definitivamente la vida no esta hecha para que le resulte fácil a nadie. De eso creo que también estoy seguro.

3.9.08

Septiembre

El comienzo de septiembre en imagenes.

Mi habitacion momentos antes de salir para el trabajo, algunos papeles, libros y muchos lapices de colores. Sobre la mesa de luz descansan "Mientras agonizo" de W. Faulkner, "The great Gatsby" de Scott Fitzgerald y "Historia abreviada de la literatura portátil" de Vila Matas. Tambien hay velas, una linterna y algunos comprimidos de ibuprofeno.

Caminado al Kapiri Mposhi Distric Hospital, atravese el mercado de la ciudad

Trabajando en el Hospital.
Picture by Yannis, un periodista griego.
Durante la tarde teniamos planeada una visita al Centro de Salud de Luashimba, a casi una hora de viaje de Kapiri. Tomamos el camino principal de Kapiri Mposhi.

El centro de Salud de Luashimba al terminar la jornada con la bandera en senal de duelo por el fallecimiento del Presidente de Zambia.