El 16 de octubre se celebró el "Día Mundial de la alimentación".
195 millones de chicos no lo celebraron.
La desnutrición – una enfermedad prevenible y tratable – afecta a 195 millones de niños en todo el mundo y año tras año es la causa subyacente por la que mueren millones de niños menores de 5 años en todo el planeta.
La desnutrición no es simplemente el resultado de una escasez de alimentos. Los dos primeros años de vida en las personas son especialmente críticos, pues es durante ese periodo de tiempo cuando los niños más necesitan acceder a una dieta rica en proteínas, grasas esenciales, carbohidratos, vitaminas y minerales de calidad. De no ser así, sufrirán problemas de crecimiento y desarrollo, correrán un mayor riesgo de muerte por enfermedades comunes y podrán tener discapacidades que podrían ser de por vida. Y a pesar de todo esto, la mayor parte de la ayuda alimentaria mundial no incluye los ingredientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo en la primera infancia.
Los equipos médicos de MSF son testigos diarios de la devastación que la desnutrición causa en el mundo; sólo en 2009, la organización médica trató a 250.000 niños con desnutrición aguda en 116 programas establecidos en 34 países.
MSF ha lanzado la campaña internacional, “Hambrientos de Atención” para apelar a los mayores donantes mundiales – es decir, EEUU, Canadá, la Unión Europea, y Japón– para que suministren los alimentos adecuados y los recursos suficientes a los programas nutricionales de los países más afectados por la desnutrición. España ha sido pionera al adaptar recientemente su política en materia de ayuda alimentaria, incluyendo productos adaptados a las necesidades de la primera infancia y por ello, desde MSF, se espera que el Gobierno español abogue ahora para que se produzcan los mismos cambios en el seno de la Unión Europea.
En “Hambrientos de Atención” podrán verse siete documentales, con sus correspondientes fotogalerías, que realizan un completo repaso a los desafíos que la desnutrición plantea en África (Yibuti, Burkina Faso y República Democrática del Congo), Asia (India y Bangladesh) y América (México y Estados Unidos), las diferentes respuestas que esta emergencia está recibiendo por parte de gobiernos y organizaciones no gubernamentales y, por encima de todo, el impacto de la desnutrición en los más vulnerables. Este recorrido termina en Estados Unidos, el principal donante de ayudas alimentarias del mundo, y al mismo tiempo uno de los países que las utiliza en su propio territorio
A través de esta campaña, MSF está enviando cartas a los responsables de los Gobiernos de los principales países donantes exigiendo la reforma de sus políticas de ayuda alimentaria. Decenas de miles de personas ya han firmado la petición, que será entregada a los líderes mundiales en la víspera de la Cumbre del G8 que tendrá lugar en Francia en 2011.