17.4.11

Jirafas del Paraná

jirafas en el Serengueti- Picture by me-
 Esta semana escuché, al principio pensé que era una joda o que estaba medio dormido pero después resulto bastante real el tema,  que desde diciembre último hasta la fecha se denunció el desmonte de 1500 hectáreas en el territorio entrerriano. La tala de árboles es un verdadero problema y por eso el gobierno instaló un 0800 para que los que estén al tanto de violaciones de la prohibición hagan las denuncias correspondientes. 

Los productores cortan indiscriminadamente los árboles para hacer productivas las tierras, porque debajo de la frondosa vegetación no crecen los pastos y, así, hay enormes cantidades de hectáreas que no pueden aprovecharse. Aparentemente para sortear el inconveniente, productores rurales presentaron un pedido de autorización para importar jirafas de Namibia. La intención es soltar los largos mamíferos en los campos para que controlen el crecimiento de las copas de los árboles.
Jirafas en el Serengueti- Pictures by me-
El ingeniero Alejandro Sagemüller es productor agropecuario y ganadero, y fue quien llevó adelante el proyecto para la aplicación del llamativo método de control forestal afirmando  "Es el mejor método que se nos puede ocurrir, y plantea una alternativa ecológica a la topadora". Sagemüller estudio el comportamiento de las jirafas. y según el productor, la aplicación del método permitiría el paso de luz y, por lo tanto, el crecimiento de pasturas que se podrían aprovechar para la producción ganadera. "Ahora hay campos que no se pueden talar por alta salinidad del suelo o por los problemas de drenaje del agua que se originarían. Pero al no poder podar los montes, se crea un tejido de vegetación en las alturas que no permite el paso del sol al suelo. Ahí cobra importancia el proyecto de las jirafas", explicó el ingeniero. Sagemüller afirmó que, según el estudio, el mejor lugar para la compra de jirafas sería Namibia, "por cuestiones de distancia, y porque ahí no hay aftosa, como sí en otros lugares de Africa". Además dijo que por cuestiones de valor ese lugar es el más conveniente. "Hace un par de años, en las granjas de Namibia, una jirafa valía unos 2500 dólares", afirmó el ingeniero.

Mientras viajaba en el 12 hacia el hospital pense en la introducción de una especie exotica en otro habitat e  inmediatamente se me vino a la cabeza los 30 hipopótamos que vagan libremente por Colombia y a su paso dañan cultivos, rompen alambrados, matan ganado y asustan a campesinos. Y el responsable es un viejo dolor de cabeza para el pueblo colombiano: el fallecido narcotraficante Pablo Escobar. Tan absurda es la historia de los hipopotamos que hasta dió pie para la realizacion de un documental  llamado "Pablo's hippos" a cargo del director colombiano Antonio von Hildebrand,, respaldado por Sundance Channel y la BBC. El film cuenta la historia del legado más absurdo de Pablo Escobar, y  de cómo llegaron los hipopótamos a Colombia gracias a la pasión por los animales que tenía Escobar. El narco llegó a utilizar palomas mensajeras para comunicarse con sus sicarios. En noviembre de 1983, el capo compró los primeros animales exóticos para construir el zoológico de su propiedad, Hacienda Nápoles, y los transportó en un avión Hércules que un reportaje del periódico El Tiempo recuerda como la "narco-arca". A bordo viajaban cisnes, jirafas, gacelas, cebras, canguros, leones, tigres y una pareja de hipopótamos. Las autoridades capturaron el avión, pero, al descubrir que contenía animales y no armas ni droga, creyeron que habían sido víctimas de un engaño. Llevaron las bestias al zoológico Santa Fe de Medellín. El narcotraficante se enfureció. Ordenó que sobornaran al vigilante del zoo -le pagó el sueldo de cinco años- para que los trajeran de vuelta. Pero el rescate no era suficiente para resarcir el daño al ego de Escobar. Sus hombres recolectaron pollos, gallinas y demás animales de granja para dejarlos en lugar de los exóticos animales. Los animales llegaron a Hacienda Nápoles esa misma noche. También esa misma noche el hipopótamo macho se cobró su primera víctima: uno de los camellos.

Pepe abatido-para eso tambien sirve el plan Colombia-
 La decadencia de la propiedad fue acorde con la del propio capo. A la muerte de Escobar, en diciembre de 1993, Hacienda Nápoles fue saqueada y los animales que no murieron fueron robados, transportados al zoológico y hasta cocinados en algunos casos. No fue el caso de los hipopótamos. La pareja original tuvo una nutrida descendencia y actualmente se calcula que, solo en los alrededores de Hacienda Nápoles (en Puerto Victoria, a las orillas del río Magdalena y a 100 kilómetros de Medellín), aún viven una veintena de ellos. Su presencia se promociona en la página web de la propiedad, confiscada por el Gobierno, y que ahora funciona como un parque de diversiones. Hace tres años, un macho y una hembra fueron expulsados de la manada, escaparon del lugar y viajaron 150 kilómetros al norte del país a través del río. Los riesgos que suponían llevaron al Ministerio de Ambiente colombiano a autorizar su caza. En 2009, un grupo de soldados mató al macho -al que los lugareños habían bautizado como Pepe-, lo que provocó la protesta de grupos ecologistas, que exigen que los animales sean trasladados y no asesinados.

Pese a su dulce apariencia, los hipopótamos son de los animales más peligrosos del mundo. Agresivos, territoriales y responsables de más muertes en África que ningún otro animal. Un macho puede pesar cuatro toneladas, medir cinco metros de largo y alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros por hora.
Von Hildebrand calcula que hay por lo menos 30 hipopótamos vagando por Colombia y se han convertido en un quebradero de cabeza: acaban con cultivos (comen 50 kilos de hierba al día), rompen cercas, matan ganado y atacan a campesinos y pescadores. "Salen de la manada porque han sido expulsados por el macho alfa y entonces buscan hembras. El problema es que no estamos en África y no las van a hallar. Se han convertido en una especie de monstruo de lago Ness caribeño".

Pablo's hippos recuerda que los hipopótamos que pasean por Colombia son un añadido más a una larga lista de absurdos y sinsentidos que Escobar causó en su país.  "Lo que quise es tomar la marca más absurda que nos dejó el narco para hablar de todo lo que nos había pasado. Y descubrí que los narcotraficantes tienen similitudes con los hipopótamos, o al menos Pablo Escobar las tenía. Son gorditos, lampiños, extremadamente agresivos, no particularmente inteligentes pero muy fuertes, y todo lo que hacen es por territorio y por hembras", reflexiona. Von Hildebrand enumera las similitudes: "Cuando el líder de la manada es viejo, llega otro y lo mata para tomar el liderazgo, como los narcos. Matan de inmediato a cualquiera que se les cruce en el camino, como los narcos. Son paranoicos, como los narcos. En Colombia no tenemos al elefante en el cuarto, es el hipopótamo en el cuarto. Y si lo sacamos nadie los va a querer. Estamos rodeados de hipopótamos, se están reproduciendo y tenemos que hacer algo al respecto".

¿Habrá alguna similitus entre las jirafas y los productores de soja?