Hoy ví un rato de "Periodismo para todos" y de "6,7,8" y definitivamente el periodismo en la Argentina se tiene que replantear varias cosas para salir de esta mierda en al que esta metido. El programa de Lanata me dió un poquito de verguenza ajena, no me gusta desde donde nos habla y el show me parece malisimo. En "6,7,8" Nora Veigas se permitió reflexionar algo distinto en voz alta y Barone y Russo la hicieron una cara increible. Impresentable.
Despues leí un rato "Tirando al medio", me reí con "relato del presente" y termine con la columna de Daniel Link en Perfil.
"Para el kirchnerismo no hay pensamiento (ni propio ni ajeno), no hay
dimensión imaginaria (ni propia ni ajena). Nadie se equivoca. Todos
somos, sencillamente, piezas móviles (idiotas útiles o estúpidos
imberbes) en un juego incomprensible del que participan sólo ciertos
poderosos. Si alguien pregunta al poder regente algo que éste no quiere
contestar, es porque fue mandado por los conspiradores del campo enemigo
y no porque haya una dimensión, la ideología, que haya interpelado y
moldeado esas conciencias (la tarea de la universidad no es sino
desmontar esos mecanismos ideológicos). El que pronuncia una pregunta
idiota (todos de acuerdo) está leyendo un papelito que le pasó Lanata o
un mensaje de texto que le mandó Magnetto.
El retroceso que significa un pensamiento semejante ha quedado claro con la desafortunada referencia de la señora Fernández a la Universidad de la Matanza, a la que se refirió como el otro extremo de una escala (equivocándose en eso, como en tantas otras cosas, por pura logorrea), y con la airada defensa de sus defensores que, aplicando la misma regla que ellos aplican al campo enemigo, sólo podrían ser entendidos como peones ciegos de un juego que no entienden. El rector de la Universidad de la Matanza se manifestó dolido y el intendente del partido y otros obsecuentes salieron a desmentirlo y a decir que las palabras de la señora Fernández, cuándo no, habían sido malinterpretadas. No importa cuán idiotas pudieron haber sido las preguntas de los alumnos presentes en Harvard (cualquier docente sabe que las preguntas estudiantiles casi siempre se formulan, legítimamente, desde el lugar de la incomprensión: un alumno es un educando, alguien que no sabe, cuya conciencia está en un lugar equivocado y que, por eso, estudia), pero lo que es seguro es que respondían no a un mandato conspirativo sino a una configuración ideológica compleja."
Lo único bueno es que Ulises ya esta en casa