Se murió Hobsbawm.
Su hija, Julia Hobsbawm,contó que poco antes de morir, le preguntó qué mensaje quería
dejarles a sus nietos. "Que sean curiosos porque la curiosidad es la
mayor de las cualidades", contestó. También les recomendó la lectura de
tres libros: Crimen y castigo , de Fedor Dostoievski, la poesía de W.H. Auden y el Manifiesto Comunista . "Formuló esa última recomendación -confesó Julia Hobsbawm- con un brillo de malicia en la mirada."
Me gustó la necrologica de Jon Lee Anderson
"...En el fondo, Hobsbawm tenía algo de romántico y manifestaba una
subyacente fe en la naturaleza humana. Quizás, en verdad, esto era lo
que estaba en la raíz de su marxismo. En un epílogo a “Bandits” de 1999,
mencionó con algo de orgullo cómo, en los ’70, miembros de un grupo
campesino mexicano radical le habían hecho saber que aprobaban sus
escritos sobre bandidaje social.
Apuntó: “Ello no prueba que el análisis desarrollado en este libro
sea correcto. Pero puede dar a sus lectores alguna confianza en que es
más que un ejercicio de anticuario o de especulación académica. Robin
Hood, aun en sus formas más tradicionales, todavía significa algo en el
mundo de hoy para personas como estos campesinos mexicanos. Hay muchos
como ellos. Y deberían saberlo”.
En el México de hoy, el bandido psicópata Chapo Guzmán está en la
cima, mientras que el revolucionario filósofo y de pipa en mano, el
Subcomandante Marcos, ha quedado al margen junto con su mensaje de
reforma social.
Con el tiempo, por supuesto, el péndulo puede volver a oscilar.
Eric Hobsbawm, descansa en paz..."