12.6.08

¿Emoción vs racionalidad?


Una imagen, la fotografía "Muerte de un soldado republicano" de Robert Capa, es para muchos todavía hoy el símbolo de la contienda civil española. En ese preciso instante que Capa disparó la imagen, el miliciano fue alcanzado por la bala mortal, por el objetivo de la cámara de Capa y por su muerte . El impacto de esa fotografía, su publicación en la prensa europea de aquel momento, removió la conciencia de ciudadadanos de todo el mundo y muchos años después, también movilizó a Susan Sontag para escribir un gran ensayo ensayo: Ante el dolor de los demás (2003). Hace unos días leía en el blog de Victor un post que básicamente planteaba el impacto que tuvo en la sociedad las fotografías de los camiones cisternas derramando leche en las rutas y lo comparaba con lo poco que nos moviliza los hechos de corrupción, los millones de Santa Cruz, la ausencia del Congreso, la valija de los venezolanos o la bolsa de Miceli.


Las fotografías politizan, moralizan, sirven, transforman, se hacen espectaculares sin que a menudo nos interroguemos sobre ellas. A lo largo de las páginas de Ante el dolor de los demás la autora va desvelando circunstancias que nos han permitido interpretar imágenes en función del contexto en que las recibimos, incluso del lugar o del momento político o histórico, en un relato que abre una brecha con la clásica lectura de la fotografía a menudo intuitiva o cargada de emoción. El debate entre esa emoción y la racionalidad o el conocimiento centra gran parte de la obra concebida desde la sensibilidad de una intelectual para quien todas las víctimas son nuestras.

La atenta crítica permite recoger un catálogo de situaciones en las que la información aportada por un documento fotográfico o visual puede estar alterada mucho más allá del fotomontaje. El rechazo a la manipulación y al montaje de la imagen ha cambiado a lo largo de la historia de la fotografía con una evolución en la que cada vez el espectador, tremendamente sensible a la cualidad de transparencia de la imagen, tiene una mayor oposición si se desarrolla en clave de engaño. Sin embargo, no hay la misma actitud en otras situaciones. Los espectadores podemos ser cómplices al aceptar con credulidad los pies de foto que recogen datos falsos como una fecha diferente o un lugar distinto: “todas las fotografías esperan su explicación o falsificación según el pie [...] Altérese el pie y la muerte de los niños puede usarse una y otra vez”.