3.1.09

Sabado

Después de unos cuantos días, mucha lluvia y una gran somnolencia en Kapiri Mposhi por fin volvió la corriente eléctrica y con ella la conexión a Internet y al mundo. Leo en algunos periódicos que mientras en muchas partes del mundo se celebraban las fiestas en otras se tiraban algunas bombas. Sidra, bombas y más de 400 muertos, así fue como despedimos el año.

UNO. En Kapiri Mposhi no hubo festejos, solo algunos bares estuvieron abiertos hasta un poco más tarde pero nada más. A veces la distancia hace ver algunas cosas con perspectiva y uno puede darse el lujo de hacerse unas cuantas preguntas. Lo primero que uno puede preguntarse es porque todavía rendimos culto a una serie de sucesos palestinos que ocurrieron hace más de 2000 años y que un conjunto de personas o sacerdotes se encargaron de perpetuar a fuego y espada, imponiendo ideas, conceptos , incluso hasta al propio Estado, y de esa forma condicionar la vida de millones de personas a lo largo de los siglos.

¿?

DOS. Hace casi tres años que vivo y trabajo en África y no recuerdo un africano que no pertenezca a alguna Iglesia de la naturaleza que fuera, ni uno que al menos ponga un signo de interrogación a todo lo que le dicen en ella. En uno de los últimos post una buena lectora de este blog dejo un comentario en el que hablaba de que en las trincheras no hay ateos y tiene razón ya que si la única opción es la vida o la muerte, el miedo o el dolor o sin ir más lejos el sinsentido, se convence a las personas de que las cosas no se pueden cambiar y entonces ocurre la aceptación de un discurso o una creencia sin siquiera discutirla o cuestionarla. La idea que quiero expresar, quizás sin mucha claridad, es que al menos habría que dudar de cualquier creencia religiosa, dogma o ideología, tanto de izquierda o derecha o de cualquier tipo de discurso que se quiera instrumentar sin discusión, sin debate o que peor aún se trate de imponerse a la fuerza o que necesite de intermediarios que digan que esta bien o mal, que nos traten de explicar como debemos vivir o que quieran condicionar nuestra vida.

TRES. Y ya que hablábamos de un bebé que nació de una madre virgen en algún paraje palestino hace más de 2000 años en el que hace unos días medio mundo le celebró el cumpleaños también debemos decir que los más de 400 muertos, más de 100 de ellos civiles en su mayoría niños según la ONU, también eran palestinos. Una vez más el cinismo se perpetúa a través del tiempo y de las fronteras. Los terroristas de Hamas tiran algunos cohetes pero ese es justificativo suficiente para bombardear ciudades enteras sitiadas hace meses desde un avión, con uniforme oficial de manera sistemática para tratar de matar al terrorista y de paso a toda su familia por si las dudas. No entiendo como un pueblo como el judío, con experiencia histórica en persecuciones no haya aprendido los problemas no se arreglan con la muerte o el odio. Los que toman las decisiones de tirar bombas alguna vez pensaron que diferencia hay entre mandar un grupo de chicos a la cámara de gas o tirar una bomba en una escuela. Las armas, las muertes heroicas en nombre de dogmas o religiones, las guerras por estúpidas fronteras y las muertes sin sentido me rompen soberanamente los huevos.

Lo ultimo que hice en el hospital el 31 de diciembre fue pasar por la sala de pediatría a saludar a los chicos y a las madres, la mitad casi ni entendía de lo que le hablaba pero esa noche brinde por la gente que quiero, mis amigos, mi familia pero especialmente por todos los chicos internados en esa sala. Brinde para que por favor no sean como nosotros.