Ser médico es difícil.
Ver morir es más difícil y hacerles tomar conciencia a tus pacientes de los limites de la ciencia o lo que es peor aún a los familiares de tus pacientes es más difícil todavía.
De prontro todos mis pacientes son añosos, postrados, llenos de ulceras de decúbito, con familias que no los pueden atender en sus casas y con otros familiares que no están contentos con los geriatricos que la obra social ofrece.
Todos tendríamos que tener bien claro lo que es una buena muerte o al menos como queremos morir o a donde queremos morir nosotros o nuestros seres queridos. Como será morir con dignidad sin que te molesten médicos, enfermeros, terapistas o tus propios familiares peleándose con los médicos.
Creo que estas tres semanas definitivamente no hice todo lo mejor por mis pacientes, sobretodo por los que agonizan.