"...El mundo se ha maravillado con la manera en que los treinta y tres mineros confinados bajo la tierra de San José se han organizado en turnos, han generado una jerarquía de mando, han dispuesto un plan de supervivencia echando mano a los talentos y recursos acumulados a lo largo de una vida de labranza tenaz. Yo confieso, en cambio, no sentir sorpresa alguna. Es así como siempre han resistido y perdurado los trabajadores chilenos frente a los retos más formidables. Es el legado de aquellos que extrajeron el salitre desde el desamparo, aquellos que, en la época en que Baldomero Lillo escribía acerca de los tormentos de los mineros, supieron establecer los primeros sindicatos, los primeros grupos de lectura, los primeros periódicos de la clase obrera. Esas lecciones de unidad y fortaleza y orden y, sí, astucia, se pasaron de padre a hijo a nieto, lo que todo hombre precisaba saber si había que superar los desastres que lo esperaban en un mundo inmisericorde..."
Ariel Dorfman contextualiza el desastre de la mina y nos cuenta como los mineros se han estado preparando toda su vida para enfrentar el desafío de varios meses bajo tierra. O tal vez hasta aventurar que es una batalla que vienen librando desde antes de que nacieran.
El resto acá.
Ariel Dorfman contextualiza el desastre de la mina y nos cuenta como los mineros se han estado preparando toda su vida para enfrentar el desafío de varios meses bajo tierra. O tal vez hasta aventurar que es una batalla que vienen librando desde antes de que nacieran.
El resto acá.