24.8.07

Una delgada linea

Ya recuperado de mis traumáticas vacaciones en África del oeste, especialmente de mi entredicho con miembros del Ejército de Costa de Marfil en el aeropuerto de Abdijan debido a la falsa acusación de trafico ilegal de bronceador "Rayito de Sol" y sus posibles implicancias en atentados terroristas esta semana pude comprobar una vez más como todo tiene que ver con todo ya que que pude leer un interesante artículo publicado en The New England Journal of Medicine titulado "When Doctors become terrorists" en donde el Profesor en Psiquiatría S. Wessely del King's College London hace referencia a los recientes intentos de atentados terroristas en el Reino Unido ( dos fallidos coches bombas en el centro de Londres y la camioneta cargada de explosivos en el aeropuerto de Glasgow) y la conmoción de la opinión publica debido a que los presuntos terroristas trabajan para el Sistema de Salud de Inglaterra, exactamente 7 médicos y un técnico de laboratorio. Más allá del amarillismo de los diarios ingleses con titulares como "Doctors of death", " Docs of War" y de recordar la enigmática frase del de uno de los líderes de Al Qaeda pronunciada en Baghdad "...those who cure you will kill you..." Wessesly hace un profundo análisis de la desproporcionada presencia de médicos en los rankings terroristas. George Habash, el fundador del Frente para la Liberación de Palestina y el responsable del atentado del avión conocido como Septiembre negro, era médico. Mohammed al-Hindi recibió su diploma de médico en Cairo en 1980, retornó a Gaza y formó la Jihad Islamica. Ayman al-Zawahiri, número dos de Al Qaeda y "spokesman" es cirujano. Los intentos de atentados en el Reino Unido fueron un duro golpe para las comunidades islámicas inglesas, ya que además de la asociación religión-terrorismo la opinión pública inglesa empezó a cuestionar la presencia de médicos extranjeros en el sistema de salud. También hubo voces de apoyo que recordaron la edad de oro de los musulmanes en los campos de la medicina, la cirugía y la farmacología. La medicina le debe al Islam más que a ninguna otra religión o filosofía. Fueron los antiguos médicos y filósofos musulmanes de España y el Medio Oriente los que fundaron la ciencia moderna. El artículo también recuerda que no solo son musulmanes los médicos involucrados en el terrorismo, Ikuo Hayashi, distinguido médico y Jefe del Departamento de Medicina Circulatoria de un conocido Hospital de Tokio fue el responsable de los atentados de gas Sarin en los subtes de Tokio. Radovan Karadzic, quien todavía tiene que responder por el terror y genocidio de Sebrenica, es psquiatra. Pero el autor se repregunta ¿ Por qué los médicos no deberían ser terroristas? la respuesta que esgrime el autor es que no son gente iletrada, pobre y marginales los que llegan a dirigir las distintas organizaciones, tanto legales o ilegales. Los médicos son generalmente inteligentes, dedicados, trabajadores, ambiciosos y de clases acomodadas por lo que no es raro que lleguen a posiciones claves en numerosas organizaciones , por lo tanto como a nadie le sorprende que sea un médico el primer ministro de Noruega, la Presidenta de Chile o algunos senadores de los EEUU porque llamaría la atención que un médico diriga el Frente de Liberación de Palestina? Pero hay más, la ambición y el propósito de poder son necesarios para llegar a los planos dirigenciales en cualquier organización, pero una vez allí, que los hace tratar de lograr sus objetivos políticos legítimamente o a través del terror y la muerte? Ideales e ideología juegan un rol clave en esto, hay médicos que para ayudar a personas que sufren se desplazan a zonas de guerra, campos de refugiados pero a la vez hay otros que con similar sentido del idealismo que no solo tratan de ayudar a pacientes sino que atacan a las injusticias que causan la enfermedad, la pobreza y las heridas. La linea se cruza una vez que el deseo de cambiar el mundo para mejor no tiene ninguna consideración con las consecuencias que esta acción puede tener para otras personas, cuando una acción política legítima es reemplazada por la creencia que el fin justifica los medios o cuando la búsqueda de justicia se confunde con revancha.



Karl Brandt, un acusado, testifica durante el juicio de doctores. Nuremberg, Alemania, el 9 de diciembre de 1946 al 20 de agosto de 1947

Las cualidades que te pueden hacer un buen médico o un buen cirujano se pueden pervertir. Metáforas médicas fueron usadas para justificar el genocidio nazi contra los enfermos crónicos, los enfermos mentales y las impurezas de la raza. Los Nazis describían a los judíos como "bacilos", una infección que necesitaba ser erradicada de la sociedad, un absceso para Alemania que solo un cirujano podía curar. Los médicos necesitan cierto manejo en el control de las emociones frente a la cara del sufrimiento, de otra manera, sería imposible afrontar su trabajo. El Dr. Karl Brandt enfrentó el juicio de Nuremberg por su responsabilidad en los perversos experimentos y asesinatos, no mostró arrepentimiento y continuó creyendo que sus acciones estaban justificadas para salvar a Alemania. Un medico idealista puede estar obsesionado con una enfermedad y su erradiacción, es en ese momento cuando la obsesión tiene un fin que puede llegar a ser útil, pero esto se puede tornar peligroso si esto no se acompaña de empatía y juicio para con el individuo y la humanidad. Si los médicos ingleses son juzgados y encontrados culpables, es un fracaso de la humanidad, no de la medicina afirma el autor. Para aquellos médicos que pierden ese juicio y empatía Sherlock Holmes le diría al Dr Watson, " when a doctors does go wrong, he is the first of criminals. He has nerve and has the knowlegde."