Celebracion del World AIDS Day in Kapiri Mposhi El 1 de diciembre se celebra el día Internacional del SIDA y este día tiene que funcionar como un poderoso recordatorio de los desafíos que siguen pendientes. Según el programa de HIV/SIDA de Naciones Unidas (UNAIDS) se estima que más de 2,1 millones de niños viven con VIH/SIDA, el 95% de ellos en el África subsahariana y solamente menos del 10% recibe algún tipo de tratamiento contra la enfermedad y de los que no reciben tratamiento un tercio morira antes de su primer cumpleaños y la mitad de ellos, antes de cumplir los dos años.
La gran mayoría de ellos se infectan con VIH a través de sus madres durante el embarazo, el parto o la lactancia es por eso que es imprescindible seguir trabajando en este tipo de prevención que ya es algo que se ha conseguido en los países más desarrollados pero sin olvidarse tampoco las necesidades de tratamientos de los dos millones de niños que conviven día a día con el VIH.
En los países desarrollados hay muy pocos niños infectados por VIH por transmisión de madre a hijo debido en gran medida a las medidas de prevención existentes. Es decir que el VIH/SIDA pediátrico es un problema exclusivo de los países pobres, esto es en gran medida lo que explica el retraso en el diagnóstico y el tratamiento infantil. De esta manera simple la industria farmacéutica tiene muy pocos incentivos económicos para desarrollar productos específicos para niños y se han tardado años en disponer versiones pediátricas de medicamentos antiretrovirales.
Los temas que deben ser abordados incluyen
aumentar la detección de la enfermedad en la primera infancia, actualmente la única manera de diagnosticar a niños de esta edad es mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), una prueba diagnostica basada en el ADN que es cara, requiere personal cualificado y laboratorios avanzados.
Acelerar el desarrollo de formulaciones pediátricas, de los 22 fármacos aprobados por la FDA en EEUU para el tratamiento del VIH, ocho no están autorizados en niños y nueve no existen en formulaciones pediatricas.
Adaptar el tratamiento a las condiciones de vida reales es otro paso crucial ya que los medicamentos deben ser adaptados al contexto que viven los pacientes, es decir jarabes que no requieran refrigeración o polvos que deban ser disueltos en agua limpia, todos factores que dificultan el uso en lugares como Kapiri Mposhi u otros lugares remotos.