22.10.06

Crónica de la nada

La verdad es que cada vez más me cuesta escribir en mi bitácora.

Primero porque ahora sabes que algunas personas te leen, siguen tu blog, sos un médico joven en áfrica, y a veces te sientes en la obligación de escribir cosas acerca del caótico orden mundial, de la vida y la muerte en áfrica, ¿pero es esto lo que realmente te interesa?. Segundo porque a veces se torna un poco aburrido tener una buena crónica cada domingo, nunca voy a ser como Peicovich, le puedes copiar, tratar de imitar, pero nunca serás como él. Ronda por tu mente la idea de escribir una gran novela, o mejor un cuento, en secreto, en una hermosa agenda de cuero que te regaló tu novia y que guardas en el ropero, pero que sabes que todavía sigue en blanco.
Ya hace un par de semanas que te diste cuenta que solo escribis de un tirón cuando hablas de vos, tus pequeñas tragedias y tus trampitas culturales ( uso como toda la clase media argentina, el truquito de acumular cultura para escaparle quizas a la realidad nacional, escapar al vacio que nos rodea, creernos a salvo del tufillo que nos rodea, una especie de fiaca sistemática ¿no?)
Tus preocupaciones, en el orden de las cosas que te rodean, no son nada, son estúpidas, y tratar de darles un contexto un poco más universal es más estúpido todavía, tus anécdotas de todos los días, por más que las agrandes, no serán nada, pero tal vez hagan creer a la gente que tu experiencia es fabulosa y enriquecedora o que tu existencia es desesperada, que tenés una angustia tremenda y sos un tipo sensible.

Pero nada de esto sucede, la verdad es que la pasas muy bien, que estas planeando un viaje por áfrica y te divierte escribir en el blog, te divierte crear problemas y escribir acerca de esos problemas.

Esta debería ser una aproximación a la condición humana.

No es nada.