Un tribunal bonaerense absolvió a un hombre acusado de haber matado a otro porque, supuestamente, mantenía una relación sentimental con su esposa, y sugirió profundizar en la investigación por carecer de pruebas suficientes.
Hasta aquí nada fuera de lo común en la Argentina de hoy, policías que investigan mal, fiscales que no siguen procedimientos, los tiempos de la justicia pero lo increíble es el fallo, que con una prosa florida y fuertes críticas al trabajo del fiscal, los jueces integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Mercedes, absolvieron a Clemente Villegas, imputado por el crimen de su vecino Angel Palacios, ocurrido en marzo de 2005 en Dennehy, un pueblo de poco más de 100 habitantes situado en las cercanías de la ciudad bonaerense de Nueve de Julio.
El asesino de Palacios lo obligó a arrodillarse en medio de una calle de tierra, lo obligó a que se metiera las manos en los bolsillos y, parado frente a él, le descerrajó un tiro en la frente. Palacios quedó gravemente herido y murió pocos días después. Villegas era apodado "Cornudo" en el pequeño pueblo y el fiscal sostuvo la hipótesis del crimen pasional, basado también en una supuesta confesión del hombre en la comisaría local, prueba desestimada por los jueces. Pero en el juicio oral aparecieron muchas más infidelidades. Decenas de testigos describieron una serie de amoríos que involucraban a varios vecinos de Dennehy; entre ellos, algunos afirmaron que Valbuzzi "salía" con varias personas; se supo también que Palacios fue amante de Carina Valbuzzi, la hermana de la mujer de Villegas. Sobre todo los jueces destacaron que, puestos a tomar el móvil pasional como única prueba de cargo, el descontrol sexual de Dennehy era tal que casi cualquiera de los 42 hombres en edad reproductiva que hoy viven allí podían ser sospechosos del asesinato.
El pueblo, según los jueces en su fallo, "era como un mitológico bosque griego en el que varios «faunos» y varias «ninfas» rurales concretaban clandestina u ostensiblemente sus encuentros amorosos". Hubo, agregan, "varios celosos «Otelos», varias infieles «Desdémonas» y varios amantes «Yagos».
Por esto, la hipótesis del crimen pasional plantea "otros cursos de acción sustentables" para la investigación y no basta para condenar a Villegas, concluyen los magistrados.
Mas allá de lo gracioso del fallo, fue imperdible ver a los habitantes de Dennehy en todos los noticieros de la Argentina hablando pestes de los jueces, diciendo que los ofendieron, que ofendieron al pueblo, que son todos buenos y fue inevitable mi recuerdo de esa gran novela de Manuel Puig "Boquitas Pintadas"; tanto este crimen y los habitantes del pueblo como la novela muestran un retrato realista de la hipocresía pueblerina que alberga un mundo de represión sexual, de amores dificiles y frustrados, odio, mentira, envidia, pasión y violencia.