Quien no soñó alguna vez con esa mirada y la música de Beethoven de fondo.
Acabo de actualizar mi bitácora y leyendo algunos blogs en la red me encuentro con esta convergencia, tengo envidia, quiero una convergencia así, indudablemente al lado de las cosas increíbles, maravillosas y creativas que hay en internet mi espacio sigue siendo insignificamante, insípido, la nada.
tengo que escribir menos, leer y pensar más.
La película de Eastwood no aportará nada y hasta el afiche es una copia del genial Kubrik.
Pase un buen domingo, ponga Beethoven a todo volumen y rompa todo lo que tiene a su alcance.
Trate que nada lo até a este mundo superfluo y mundano.
Se sentirá liberado.