26.11.06

El vértigo cotidiano.

Semana díficil, compleja, triste.
La semana 18 en áfrica empezó distinta, fue la primera vez desde que estoy aquí que estuve completamente solo en el campo, mis compañeros estan de vacaciones por lo que la semana empezaba bastante solitaria y lo que no hizo más que confirmar la larga lista de ceremonias y/o ritos que tengo para tratar de liberarme de advertir el caos que esta detrás de todas las cosas, en cualquier momento y lugar.
Una de las cosas extrañas que sucedieron por llamarlas de algún modo fue que recibí un mensaje en clave de seguridad el lunes por la noche de que en los alrededores del campamento se encontraba merodeando un león (sic) por lo que la orden era no salir de la casa después del anochecer, el martes por la mañana lo que encontré no fue el león, pero sí encontré mi primer pacientito con anemia de células falciformes en plena crisis de dolor, dolor que no entendía de escalas, de puntuaciones o de dibujar caritas contentas o tristes, era dolor y yo solo quería morfina o cualquier cosa derivada del opio, que por supuesto no tenía, pero lo arreglamos bastante bien con tramadol vencido el 10/06.
Tratando de cumplir algo de la lista de pendientes el martes por la tarde decidí visitar a todos los pacientes del campo con diagnóstico de Tuberculosis y Hiv junto con los Comunity Health Workers, caminar por un campo de refugiados es una experiencia más que movilizadora, los campos del norte de Uganda no son los típicos campos que se estan imaginando con carpas de las Naciones Unidas, super clínicas móviles, etc, estos campos estan hace casi 20 años, por lo que ya son como especies de ciudades. Lamenté mucho no tener algún tipo de herramienta de tipo antropológico para hacer algún analisis algo más minucioso, pero no hacen falta muchas herramientas para entender que la herramienta principal que nos distingue del león que nos asedia, el Logos, lo que nos colocó en la cima de la escala zoologica, es la estafa perfecta.
Despúes de recorrer varias moradas, en las que preguntabamos como se sentían, de que forma estan tomando la medicación, si tienen efectos adversos, si tienen para comer lo único que pude sacar en claro de todas las casas que visité fue que si sacaba todos los elementos de plástico de alrededor podría estar caminado tranquilamente en el siglo XVII o el XVIII si quieren algo más de modernidad, y que tranquilamente podría ser un Vasco da Gama o algún traficante de esclavos en busca de materia prima.
El miércoles me sorprendió la noticia de la muerte de mi abuelo, pensamientos miles, sensaciones de tristeza, paz, tranquilidad, cuando uno decide una empresa de esta magnitud, un salto al vacio de este tamaño siempre hay cosas que perder y ganar y este era una de las posibilidades que podían ocurrir pero estoy tranquilo, Pachún no fue el típico abuelo tipo Heidi que me llevaba a pasear corderitos a la montaña, era una persona que recién llegué a conocer y aprovechar de adolescente y joven, que era una persona sumamente compleja, con virtudes y defectos, severo en sus juicios y que con el paso del tiempo desarrollamos una relación entrañable, muchas cosas en común y muchos otras con una visión sumamente diferente, pero en la que siempre cada uno a lo largo de los años fue encontrando su espacio y tiempo para decir lo que pensaba y sentía. Muerte digna para una vida digna.
El jueves por la tarde llegó mi nueva compañera japonesa al campo, por lo que pase los últimos días de la semana con ella tratándome de explicar porque no esta del todo a gusto en su trabajo y porque no comparte algunas decisiones que se tomaron, además percibí que cuando se encuentra en cierto estado de depresión no tiene mejor idea que poner a Britney Spears a todo volumen y cantar(doble sic)
El viernes terminé de entender que la vida es un absurdo y que vivimos absurdamente cuando se murieron dos niños con malaria e neumonía, llegaron fríos, inconcientes, prácticamente nada por hacer, llegaron, se murieron y los padres los envolvieron en una manta y a caminar los 20 kilometros que separan un campo del otro.
Por todo esto queridos amigos, la vida nos resulta incomprensible, no alcanzamos a comprender al verdadero sentido:"En realidad, nosotros somos como las comedias cuando uno llega al teatro en el segundo acto, todo es muy bonito, pero no se entiende nada. O muy feo, pero sigue sin entenderse"(J.C.)

" Lo único que impide a Dios mandar un segundo diluvio es que el primero fue inútil"
(Nicolás de Chamfort).