16.9.07

Justificación


Uno vuela hacia tierras lejanas, indaga la naturaleza de los hombres y de las cosas, ansía el conocimiento, inventa seres de ficción, busca a Dios. Pero mientras todo eso ocurre se comprende que el fantasma que se perseguía era Uno mismo. Escribí y reescribí mucho el texto anterior, me plantee la presencia o no de la fotografía y la calificación que deberían llevar estas páginas. Usted lector lo puede catalogar como autobiografía espiritual, como diario de una crisis, a la vez personal y universal, como un simple reflejo del derrumbe de la civilización en un hombre de nuestro tiempo. El debate de la presencia de la foto o no, de mi reflexión acerca de la muerte podría continuar eternamente pero adelanto mi conclusión; para media humanidad lo global es alcanzar la choza, dormir debajo de un pedazo de plástico, tener una cabra, un pedazo de pan. Para la otra mitad (quizás, diría Peicovich) ser persona. Por eso peticionar sin parar. Manifestar a fondo. Exigir que los poderes de turno se ocupen de las prioridades humanas que con tanta hipocresía, ningunean y echan al olvido total. Y el que no quiera ver, que no vea.