A pesar del tono completamente islamofobico de la serie, del de nacionalismo barato y reaccionario que nos muestran, de conceptos tales como seguridad nacional la verdad es que esta semana extrañamos, y mucho Homeland. Una serie donde hay un ex-soldado perturbado que es totalmente impredecible y una agente bipolar que le gusta tomar vino blanco cuando llega a casa esperando alguna señal para atar cabos y desactivar el nuevo ataque de Al-Queda.
Mientras tanto comenzamos con Breaking Bad.