Un numerónimo es una palabra que contiene números.
Desde hace un tiempo, y a una velocidad asombrosa, la vida de todos los argentinos fueron invadidas por numerónimos, tenemos el 7-D, el 13-S o el 8-N. El 7-D parece que es la madre de todas las batallas para el Kichnerismo, el 13-S fue el día del primer "panelaço" dos insatisfeitos con las políticas del gobierno mientras que el 8-N fue el día del "mega panelaço" contra el kircherismo. Tambien tenemos la huelga general del 20-N y hasta los muertos de Velez festejan que salieron campeones el 2-D.
Desde la tropical noche mozambicana, acosados por los numerónimos con el 7-D a la cabeza, de pronto comenzamos a realizar cuentas y percibimos que el dia clave es el 6-D, es el día que Emilio se puso sus primeros calzoncillos y dejo los pañales de lado.
Tarde, casi a última hora, una medida cautelar impuesta por no se quien cae en nuestro domicilio situado en la Rua Kamkomba 1035 -2º andar- determinando que para la noche es mejor que use los pañales a pesar de numerosas teorias de dudoso rigor cientifico que aconsajan lo contrario, al menos por unos días más, es que el trópico, tener una nueva jefa, la falta de ropa y el maratón al que nos somete Ulises todas las noches todavía no conforman el mejor escenario para quien no controla esfinteres.