Escribe Herzog: "Un sector de la asamblea se levantó con una hostilidad que yo sólo conocía por los relatos de antiguos navegantes, con la diferencia de que los nativos llevaban remeras con ‘John Travolta Fever’ y ‘Disneylandia’".
Me gustan mucho los libros de viaje, los diarios y especialmente los que combinan ambas cosas, especialmente en la selva, en este caso la selva amazónica. Hacia finales del siglo XIX una nueva fuente de riqueza hizo su aparición estelar: el caucho
natural. Su uso industrial provocó que la demanda internacional del
caucho fuera constante y creciente, lo que provocó tanto el
mantenimiento de buenos precios de venta -sobre todo si se toma en
cuenta que el costo de producción era mínimo gracias a la esclavización
de población nativa- como la depredación de cientos de miles de árboles.
En
medio de muchos aventureros del caucho, llegó a la cuenca del río Pachitea Carlos Fermín Fitzcarrald, y en los afluentes del río Ucayali, trabajó recogiendo caucho hasta 1883, cuando
pudo organizar una pequeña expedición hacia la selva vírgen dando
inicio a la leyenda que acompañará su apellido. A los 26 años, el
conocido "Fitzcarraldo" ya era el hombre más rico en la cuenca del
Ucayali y uno de los exploradores más importantes de su época. Una de las grandes obsesiones de "Fizcarraldo" era la opera por lo que quiso construir un teatro de ópera en Iquitos, en medio
de la selva peruana. Pero para pasar su barco de un río a otro, al menos este tuvo la buena idea de desarmarlo, mientras que Herzog
al filmar la pelicula decidió llevarlo entero a traves de la selva, sin ningún truco y tuvo que exponerse, además,
a convivir con loco de Klaus Kinski. Como si Herzog fuera Fitzcarraldo y Fitzcarraldo fuese Herzog. Y la locura de
Fitzcarraldo –su idea descabellada de cruzar un barco por una montaña de
un río a otro para montar un teatro de ópera en la mitad de la selva–
fue la mismísima idea de Herzog y esta idea loca no esta nada clara, tal vez uno de los motivos puede ser que se trataba
simplemente de obtener una imagen, la última imagen. Tokio-Ga, un
documental de Wim Wenders de 1985, encuentra a Herzog en lo alto de una
torre. Allí declara que no hay imágenes nuevas, que ya están todas
filmadas o tal vez solo nos hable de la epica de un acto creativo.
¿Cómo se hace para filmar Fitzcarraldo? ¿Cuáles son los entretelones,
la trastienda de este acto creativo? Para empezar, todo es manual y el
escenario son poblados llenos de indios ladinos, animales salvajes, hidroaviones
oxidados, humedad, precariedad, alimañas de todo tipo, visiones dantescas y un actor
alocado corriendo entre la selva peruana.Pero lo imposible se logró y quedó una gran película y la leyenda de su realización.
Una lectura muy placentera durante mis vacaciones en Tucumán, por momentos adictiva.